Giovanni Guida es un joven y católico pintor que para la realización de sus obras utiliza el Grattage, una técnica que consiste en raspar la pintura extendida sobre el lienzo, evocando el rasgado del velo del templo de Jerusalén tras la muerte de Jesucristo.
El versículo 51 del Evangelio de Mateo relata que tras la última expiración de Cristo, “el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hendieron”.
Esta imagen del templo de Jerusalén rasgado enseña que con su muerte, Jesús es confirmado como único y verdadero templo y como la unión del hombre con Dios.