Esta semana la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó, sin realizar comentarios, el pedido de un matrimonio católico de Indiana en una disputa legal sobre la custodia de su hijo que se identifica como transexual.
Mary y Jeremy Cox se negaron a aceptar la identidad femenina auto percibida de su hijo en 2019, y en su lugar buscaron terapia para abordar lo que consideraban problemas de salud mental subyacentes. Posteriormente, el gobierno retiró a su hijo del hogar, colocándolo en otra casa que “aprobaba” sus ideas sobre género.
El gobierno estatal eventualmente retiró sus acusaciones de abuso contra la pareja, aunque en última instancia se negó a devolverle la custodia, argumentando que el niño había desarrollado un trastorno alimentario debido a la disputa. Varias decisiones judiciales respaldaron la orden del estado.