¿Es posible ayudar desde el propio hogar a los cristianos que sufren en el mundo entero? Sí. Así lo demuestra Maria Antónia Cabral, una portuguesa de 97 años de edad que confecciona y vende arte sacro, para luego donar todas las ganancias a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés).
A pesar de su avanzada edad, Cabral —que tiene 6 hijos, 14 nietos y 15 bisnietos— dedica su tiempo a elaborar imágenes de santos portugueses. Las piezas se conocen como registos y son tradicionales en la piedad del país ibérico desde el siglo XVIII.
ACN explica que los registos son imágenes de santos colocadas en marcos decorados, a veces protegidos por un cristal. Las piezas de Cabral han sido todo un éxito y se venden sobre todo como regalos para ocasiones especiales, como bautizos, primeras comuniones, cumpleaños y bodas.