Imagen referencial | Crédito: Francisco Xavier Franco/Cathopic
Por Julieta Villar
Durante el tiempo de Adviento y Navidad, los países de Latinoamérica celebran la llegada del Niño Jesús con diferentes tradiciones que unen la cultura local con este importante acontecimiento religioso.
Hoy te traemos algunos ejemplos de las expresiones culturales y religiosas de este tiempo.
En varios países de Latinoamérica las familias asisten a la "Misa de Gallo", de origen europeo y llegada a tierras americanas con la evangelización, que se celebra antes de la cena de Nochebuena para conmemorar el nacimiento de Jesús.
Es habitual que los fieles acudan a la celebración con las imágenes del Niño Jesús que luego colocarán en el pesebre, para que sean bendecidas por el sacerdote.
En Colombia, en la noche del 7 al 8 de diciembre, se celebra la tradicional Noche de las Velitas, un festejo en honor a la Inmaculada Concepción de María, motivo por el que las calles se iluminan con miles de velas multicolores, en medio de un gran ambiente de fiesta.
Durante el tiempo de Adviento, en preparación a la Navidad, en Nicaragua hay una festividad especial: el 7 de diciembre se celebra la Gritería, una tradición que se remonta a 1857 y se relaciona con la celebración de la Inmaculada Concepción.
A las 18:00 horas, desde las iglesias se oye la pregunta “¿Quién causa tanta alegría?”, a lo que la comunidad responde: “¡La Concepción de María!”. Mucha gente sale a las calles para gritar y cantar a la Virgen, y los templos permanecen abiertos durante la noche para recibir visitas.
También en Colombia, el 16 de diciembre se da inicio a la novena de Navidad, que consiste en un oficio religioso que se repite durante nueve días sucesivos y que termina en Nochebuena.
Es una de las celebraciones religiosas más importantes, que se asemeja a las Posadas de México, y demuestra el verdadero sentido de la Navidad.
Las posadas son una tradición mexicana que se celebra entre los días 16 y 24 de diciembre, y recuerdan las dificultades que pasaron San José y la Virgen María para hallar un lugar para el nacimiento de Jesús.
En sus orígenes, se realizaban en los atrios de las iglesias y en las capillas abiertas, donde los indígenas recibían las lecciones de catecismo. Para el siglo XVIII, las posadas en los barrios cobraron fuerza y se enriquecieron con el canto popular y otros elementos como los fuegos artificiales y el baile.
La celebración comienza portando una vela, con rezos y cantando villancicos. Al terminar de cantar, es tradicional que se rompa una piñata con un palo, lo cual significa la fuerza que le da Dios a los hombres para acabar con el pecado, todo esto mientras se entonan canciones.
En cada posada, y hasta la noche de Navidad, suele entregarse a los participantes un “aguinaldo”, que consiste de dulces, galletas y frutas de temporada.
Por iniciativa de la Arquidiócesis de Montevideo (Uruguay), desde hace algunos años se pueden ver en las calles de Uruguay las balconeras, paños de tela con la imagen de la Sagrada Familia y con la inscripción "Navidad es Jesús", que se instalan en los balcones de las casas.
Las balconeras se colocan el 8 de diciembre y permanecen durante toda la temporada de Adviento y Navidad. La tradición también contempla acciones como la oración, el rezo del Rosario, la bendición de la imagen del Niño Jesús en las Misas, realizar obras de caridad y orar en familia durante Nochebuena.
Esta tradición se extendió en los últimos años, llegando a la Arquidiócesis de Buenos Aires (Argentina).
En Chile son muy populares las Ferias Navideñas, que comienzan a aparecer desde el 1 de diciembre y cuentan con stands de emprendedores, talleres para niños, espectáculos en vivo… Las más tradicionales son las del Paseo de la Bandera (Santiago) y Juguetina (Pudahuel).
En Cusco, Perú, hay una tradición de Santuranticuy, que comenzó en la época de la colonización española y la evangelización católica en el país. Palabra de origen quechua, su traducción es “Venta de Santos”, una feria en la que los artistas tienden sus mantas con sus productos, siguiendo la costumbre de las tradicionales ferias andinas.
Por eso, cada 24 de diciembre la Plaza de Armas de la ciudad se cubre de colores, especialmente en la feria de artesanías de Navidad, valorada como la más grande del país.
Esta expresión cultural data del siglo XVI, cuando se les ofrecían a los nobles del Cusco adornos e imágenes alusivas a la Navidad y que servían para decorar los nacimientos.
La feria fue proclamada Patrimonio Cultural de la Nación en el año 2009, por considerarse una de las expresiones más arraigadas de la tradición religiosa.
Un símbolo de la Navidad en Paraguay son los pesebres de paja, un aporte de la cultura guaraní a esta fecha en la que se conmemora el nacimiento de Jesús, recordando a su vez a las antiguas comunidades guaraníes que no utilizaban la piedra en sus techos.
Junto al pesebre, los paraguayos colocan adornos, frutas de estación, pan y flores como ofrenda para el Niño Jesús.
En los jardines de las casas también se elaboran pesebres con plantas y ramas de árboles, donde se lucen guirnaldas de frutas, que simbolizan la abundancia que ofrece la tierra en esta época del año.
En Nochebuena, esos productos de la tierra se bendicen y se reparten a quienes se acercan a admirar el pesebre. Otra de las tradiciones vinculadas al pesebre es la de nunca dejar solo al Niño Jesús, que siempre debe tener a alguien custodiándolo.
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Desde aquella Navidad de 1223, la tradición del pesebre se expandió rápidamente por toda la cristiandad. Llegando hasta hoy, como una prueba y una señal del amor y de la alegría que genera el nacimiento de Jesús
La Iglesia en Colombia ha lanzado su guía 2023 para que, a través de actividades, lecturas bíblicas y reflexiones, los niños vivan con alegría la novena de la Navidad, en preparación al nacimiento de Jesús.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha difundido el calendario de las celebraciones litúrgicas que presidirá el Papa Francisco durante esta Navidad.
