En la Audiencia General de este miércoles 22 de noviembre, el Papa Francisco recordó que el Evangelio “es para todos” y afirmó que la llamada de Dios no es un privilegio, sino un don que debe ponerse al servicio de los demás.
Continuando con su catequesis sobre la evangelización y el celo apostólico, el Santo Padre afirmó que “el Señor desea” que el anuncio del Evangelio “sea para todos”.
En este sentido, instó a los fieles a distinguirse “por la capacidad de salir de nosotros mismos” y recordó que el anuncio, para ser verdadero, “debe salir del egoísmo propio”.