Según recoge la agencia oficial ANDINA, el 13 de enero el general Óscar Arriola, vocero oficial de la PNP y jefe de la Dirección de Investigación Criminal, dijo que entre los manifestantes se encuentran miembros del grupo terrorista Sendero Luminoso.
"No sostenemos que en las protestas todos son terroristas, pero la población, que ejerce su legítimo derecho a la protesta, debe saber que a su lado tienen a gente vinculada a Sendero Luminoso", advirtió.
En un reciente comunicado, Mons. Javier del Río Alba, Arzobispo de Arequipa, una de las regiones al sur del país más golpeada por la violencia de las manifestaciones, dijo que "en estas circunstancias no tendría sentido negar que el Perú es un país conflictuado y afirmar que la convulsión que estamos viviendo es obra únicamente de un pequeño grupo radical. Ese grupo existe, pero encuentra en la población más marginada el caldo de cultivo para azuzar la violencia".
La Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en cuyo campus se dio espacio para que acampen grupos que llegaron a la capital para participar en la "toma de Lima", denunció que la noche del 20 de enero un grupo de manifestantes golpeó y expulsó a vigilantes del centro de estudios y robó equipos de seguridad.