En una pequeña calle del centro de Nápoles (Italia), artesanos como Giovanni Giudice trabajan para preservar la costumbre de los pesebres o belenes napolitanos hechos a mano, una tradición que se remonta a más de 300 años.
“La historia del belén napolitano comienza con la dominación borbónica, el Reino de las Dos Sicilias, y entre ellos… una competencia por quién hacía el belén más bello y original”, dijo Giudice, artesano de tercera generación, a Valentina Di Donato de EWTN News. “Así que, a partir de ahí, toda la historia comenzó aquí en Nápoles”.
El taller de pesebres de Giudice, Bottega Ferrigno, ubicado en la icónica “Calle de la Navidad”, parte del histórico barrio San Gregorio Armeno de esta ciudad del sur de Italia, existe desde hace más de 120 años.
“Aquí, simplemente caminando por estas calles vuelves a ser niño”, dijo el artesano. “Vives el calor del nacimiento de Jesucristo. Los belenes que se hacían cuando eras pequeño, tratamos de transmitir esta tradición a nuestros hijos, aunque los jóvenes de hoy están realmente centrados en la innovación y quizá esto se les esté yendo un poco de las manos”.
“Pero tenemos que hacer todo lo posible para ayudarles también a aprender estas habilidades y honrar estas cosas”, añadió.