En la mañana de este sábado, en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV aseguró que “¡el Señor está cerca!”, refiriéndose al tiempo de Navidad que está por comenzar y pidiendo que la Virgen María “acompañe siempre nuestra peregrinación de fe y esperanza”.
“Sin Jesús, esta afirmación —el Señor está cerca— podría sonar casi como una amenaza. En Jesús, sin embargo, descubrimos que, como intuían los profetas, Dios es un seno de misericordia. El Niño Jesús nos revela que Dios tiene un corazón misericordioso, a través del cual siempre genera. En Él no hay amenaza, sino perdón”, dijo el Santo Padre a la multitud de peregrinos y fieles.
La audiencia de este 20 de diciembre, llevada a cabo cuando está a punto de comenzar el invierno romano, fue la última del Año Jubilar en sábado. Al recordar el inicio del Jubileo de la Esperanza, inaugurado por el Papa Francisco en enero de este año, el Papa León expresó que “¡seguiremos siendo peregrinos de esperanza!”.
“Sin esperanza, estamos muertos; con esperanza, salimos a la luz. La esperanza es generativa. De hecho, es una virtud teologal, es decir, una fuerza de Dios, y como tal genera; no mata, sino que hace nacer y renacer. Esta es la verdadera fuerza”, afirmó.
“Lo que amenaza y mata no es fuerza: es arrogancia, es miedo agresivo, es maldad que no genera nada. La fuerza de Dios hace nacer. Por eso, quisiera decirles finalmente: esperar es generar”, añadió.
Recordando las palabras de San Pablo en su Carta a los Romanos, donde el apóstol sentencia que “toda la creación gime y sufre dolores de parto” (Rom 8,22), el Pontífice explicó que esta imagen “nos ayuda a escuchar y a orar el clamor de la tierra y el clamor de los pobres”, aunque —en ocasiones— “muchos poderosos no escuchan este clamor”.