La Piazza del Popolo (Plaza del Pueblo), una de los espacios más emblemáticos y monumentales de Roma, se convirtió este martes en el escenario de una potente campaña en contra del proyecto de ley que está debatiendo el Senado italiano para despenalizar el suicidio asistido.
Doscientas sillas de ruedas vacías, a las que se ataron cuerdas con globos rojos, fueron dispuestas en filas milimétricamente ordenadas en el centro del amplio espacio urbano de la capital italiana por la asociación ProVita & Famiglia, como parte de un flashmob con un título directo e inquietante: “Non mi uccidere” (“No me mates”).
La iniciativa buscaba denunciar visualmente de modo contundente lo que la organización considera una “deriva eutanásica” en Italia.
Antecedentes legislativos
Actualmente, en Italia quien “causa la muerte de un hombre, con su consentimiento” está sancionado con penas de entre seis y 15 años de cárcel, según el artículo 579 del Código Penal.
Sin embargo, el Tribunal Constitucional matizó en 2019 en parte esta legislación y aprobó que no será castigado quien mate a “un paciente que se mantenga vivo gracias a tratamientos de soporte vital y sufra una patología irreversible”.