Un inminente cierre del gobierno de Estados Unidos podría afectar a las iglesias e instituciones católicas que dependen de la financiación gubernamental.
El cierre, que ocurriría si los legisladores no logran acordar un paquete de gasto para financiar al gobierno federal, podría interrumpir la posibilidad de que los militares asistan a Misa, detener la entrega de comidas subsidiadas a niños de preescolar en escuelas católicas y limitar la asistencia para la seguridad en las iglesias.
Hasta ahora, el Congreso no ha logrado un acuerdo para financiar a las agencias federales cuando comience el nuevo año fiscal este 1 de octubre.
Un cierre significaría que los programas de vivienda, salud y alimentación para personas necesitadas podrían sufrir retrasos en cadena, según una declaración del 26 de septiembre de Catholic Charities USA.
“Un cierre del gobierno provocaría que más personas caigan en la pobreza, y la recuperación de un revés así podría tardar varios meses o incluso años”, dice el comunicado.
“Lo que todos podemos aceptar es que los más pobres y vulnerables de la sociedad no deberían sufrir porque los legisladores no logren llegar a un acuerdo”, añade.