El 5 de febrero, un nuevo lanzamiento de proyectiles de mortero perpetrado por grupos armados impactó cerca de la Catedral sirio ortodoxa de San Jorge en Damasco (Siria), ocasionando por lo menos dos muertos y tres heridos.
La agencia vaticana Fides informó que los atacantes son los yihadistas que aún controlan los suburbios de la zona este de la capital del país.
Señalaron que esta es "una confirmación más de que, a pesar de las proclamas y de la disminución de la atención de los medios internacionales, el conflicto en Siria todavía está en curso y continúa afectando también a la capital".