22 de marzo de 2024 / 12:01 AM
Una antigua tradición cristiana, vinculada de manera directa a la Semana Santa, conmemora los dolores y sufrimientos de la Virgen María en torno a la Pasión de Cristo, su Hijo amado. Se trata del llamado “Viernes de los Dolores” o “Viernes de Concilio”.
Si bien es cierto esta práctica ha caído en desuso en muchos lugares, en otros se sigue observando, con cariño, reverencia y cuidado, a través de Misas, procesiones, paraliturgias y vigilias.
El “Viernes de Dolores” -de los dolores de la Madre de Dios- se celebra el viernes previo al Domingo de Ramos (V Semana de Cuaresma, una semana antes del Viernes Santo). En esta fecha, los fieles que conservan esta devoción se dirigen a la Madre de Dios bajo la advocación de la “Virgen de los Dolores” o “Dolorosa” porque quieren acompañarla en los días previos al inicio de la Semana Mayor (Semana Santa), días de angustiosa espera.