Un sacerdote copto y algunos otros sobrevivientes compartieron una impactante historia de fe y coraje de los fieles asesinados durante el ataque que sufrieron el pasado 26 de mayo, a manos del Estado Islámico en Egipto, en el que murieron al menos 23 personas entre quienes había varios niños.
El grupo se dirigía ese día en caravana hacia el monasterio de San Samuel. El P. Rashed, un sacerdote copto que fue a visitar a los heridos el mismo día del atentado, contó a AFP que los terroristas detuvieron a los vehículos en la provincia egipcia de Menia e hicieron bajar a los pasajeros.
El sacerdote contó que los yihadistas pusieron a las personas de rodillas, les preguntaban si eran cristianos y los forzaban a renegar de su fe.