"Por esa razón quieren que maten a sus hijos y utilizan el argumento emocional de que 'resolverán' un problema con el aborto. Sin embargo, el aborto no resuelve nada, en ningún caso es una medida que resuelva la pobreza, violencia intrafamiliar, problemas emocionales, sino lo que hace es agravar y deteriorar la situación personal y destruye la vida del inocente".
Para Pacheco, la mejor manera de apoyar a la mujer en esta situación "no consiste en darle AOE, sino en sacarle de la situación de vulnerabilidad".
"La AOE no evitará que la mujer sea violada, al contrario, el abusador tendrá la posibilidad de repetir el daño las veces que quiera porque gracias a la AOE ya no tendrá que responsabilizarse del embarazo. Una petición de este tipo, en la práctica, apoyaría más al abusador que a la mujer", aseguró.
Según Giuliana Calambrogio, líder provida peruana y Master en Matrimonio y Familia por la Universidad de Navarra, las mujeres víctimas de violación que quieren acceder a la píldora en Perú, "lamentablemente no tienen la información adecuada".
Calambrogio explicó que el consumo de la AOE, además del efecto abortivo, "conlleva una carga hormonal demasiado grande" que puede "provocar muchísimos efectos secundarios como hemorragias o inclusive la muerte".
En Inglaterra, donde el aborto con medicamentos está permitido hasta la novena semana de embarazo, un estudio reciente detalló que más de 10.000 mujeres tuvieron que recibir tratamiento hospitalario luego del uso de píldoras abortivas con medicamentos entre abril de 2020 y septiembre de 2021.
Según Calambrogio, en Perú "no se tiene un registro de cuántas mujeres y cuántas veces al año están tomando la píldora del día siguiente".
"No se lleva un registro para saber si la mujer que accede al fármaco ha sido violada o no, puesto que no piden una denuncia de por medio, lo que conllevaría al potencial peligro de que las mujeres utilicen el fármaco irresponsablemente", enfatizó.
Finalmente, señaló que, como sociedad, "tenemos que pedirle al Estado no intentar matar al concebido, sino políticas reales de seguridad ciudadana, de protección y medidas penales más fuertes para los violadores y que el sistema judicial, policial y del ministerio público trabajen de manera articulada y celeridad en los casos de abuso contra la mujer".
Diego López Marina
Nací en 1991. Soy licenciado en Ciencias de la Comunicación. Desde 2015 trabajo como periodista digital. Inicié mi carrera en el Diario El Comercio de Perú. En 2016, comencé como redactor en ACI Prensa y me desempeño como editor web desde 2018. A partir de 2024, escribo el newsletter para social media. Me especializo en noticias católicas centradas en la defensa de la vida y la familia, política internacional, tecnología, cultura popular y el Vaticano.