Miles de jóvenes católicos y de diversas confesiones cristianas despiden el año 2025 en Francia durante un encuentro ecuménico organizado por la Comunidad de Taizé, marcado por un profundo espíritu de fraternidad y amistad, donde la oración ocupa un lugar central.

La capital de París y toda la región Île-de-France se han convertido en los escenarios del 48º Encuentro Europeo, una peregrinación en la que participan 15.000 jóvenes de entre 18 y 35 años, entre ellos mil ucranianos, desde el 28 de diciembre hasta el próximo 1 de enero.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

En el evento participan también cerca de 60 hermanos de los 80 que conforman la Comunidad eucuménica de Taizé, fundada en 1940 con la misión de “ser un signo de unidad en la Iglesia y en la familia humana”.

El programa incluye oraciones en común en las grandes iglesias de París, diversas iniciativas locales, así como testimonios “de esperanza” y talleres. Las oraciones durante la tarde tienen lugar en la sala de conciertos de Bercy en París, el Accor Arena, con capacidad para acoger a más de 20.000 personas. 

Diversas familias de París y de Île-de-France han acogido con generosidad a los jóvenes en sus propias casas y también se han puesto a su disposición algunas parroquias, colegios y polideportivos.  

Para el hermano Mathew Thorpe, prior de la comunidad, este evento es un llamado “a salir de nuestros algoritmos y experimentar la escucha mutua, una apertura de corazón para acoger a los demás tal como son”, según dijo al diario francés La Croix.

Además, precisó que el encuentro de este año cuenta con un centro de escucha psicológica situado en la iglesia Notre-Dame de l’Arche d’Alliance, para acompañar a jóvenes que hayan sido víctimas de abusos.

El hermano de Taizé destacó que este encuentro ofrece además “un espacio para que los jóvenes escuchen a Cristo en lo más profundo de sus ser” y expresó su deseo de que les ayude a “avanzar en su camino con Cristo”.

“Lo importante es que reciban algo que les impulse a convertirse en peregrinos de paz y esperanza, allí donde se encuentren, en su iglesia local, en sus lugares de compromiso, para ayudar a los demás a eliminar las barreras que dividen nuestra sociedad”, señaló.

Desde España llega a París Pedro del Río Granado, de 22 años, junto a la delegación de Jóvenes de la Archidiócesis de Madrid. Para este estudiante de Magisterio y Pedagogía, el Encuentro Europeo de Taizé “es una experiencia muy importante” y una oportunidad para comenzar el año con Dios. 

Por su parte, el hermano Alois, segundo prior, dijo en nombre de la comunidad que esta experiencia “ayuda a comprender el Evangelio”. “Los cristianos podemos mostrar que hay algo que nos une en Europa, que nos mantiene juntos”, subrayó.

Pocos días antes de que iniciara el encuentro, el Patriarca Ecuménico Bartolomé de Constantinopla recordó en un mensaje dirigido a los jóvenes que “el mundo necesita su visión clara, su valentía y su capacidad de esperanza”. 

“Necesita jóvenes constructores de paz, capaces de resistir la violencia, la exclusión y el desprecio por los demás. Necesita testigos de una fe humilde, concebida no como poder, sino como servicio”, indicó.