Cuba enfrenta una falta de vocaciones religiosas, al punto de perder casi una congregación femenina cada año. Aun así, la presencia de hombres y mujeres consagrados sigue siendo un pilar indispensable para sostener la misión evangelizadora en la isla.
En entrevista para ACI Prensa, el P. Ricardo Alberto Sola, presidente de la Conferencia Cubana de Religiosos (CONCUR), explicó que la vida consagrada en la isla “es muy rica”, aunque ha sufrido una reducción significativa en los últimos años.
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“Estamos perdiendo casi una congregación femenina por año que abandonan Cuba por la crisis vocacional y no poder mantener su presencia por escasez de personas” alertó el sacerdote.

El sacerdote señaló que en la actualidad existen unas 118 congregaciones religiosas en Cuba, la mayoría femeninas, con alrededor de 700 hermanas y poco más de 140 sacerdotes provenientes de 65 nacionalidades. Según cifras de la institución pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, en el país hay un total de 370 sacerdotes para atender a 20.872 fieles por cada uno.
Pese a este panorama, el P. Sola afirmó que “la vida consagrada en Cuba es fundamental para atender la misión de la fe y del evangelio en Cuba” y advirtió que, sin ellos, “hoy más de la mitad de las atenciones se caerían, no se sostendrían”.
Por ello, insistió en la urgencia de “cuidar y potenciar” esta presencia, esencial para la acción pastoral en la isla.
Visita del Vaticano
Para conocer de primera mano la situación de las vocaciones en Cuba, el Cardenal Ángel Fernández Artime, Pro-Prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica del Vaticano, y Daniela Leggio, responsable de la Sección de Promoción y Formación visitaron el país del 22 de noviembre al 2 de diciembre.

De acuerdo con el P. Sola, el Cardenal realizó trayectos de 15 horas de viaje por carretera, desde La Habana hasta la Caridad de Cobre, donde sostuvo diversos encuentros en los que “habló con todas las personas, les dio la bendición, escuchó sus problemas y las urgencias que tiene el país”.
El sacerdote afirmó que esta visita reafirma el compromiso de la vida consagrada de “estar al servicio del pueblo y especialmente de los más necesitados y de las comunidades donde más difícil lo tienen”.




