La multitudinaria representación de la Pasión de Cristo que cada Semana Santa se realiza en la alcaldía Iztapalapa, en la Ciudad de México, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
La decisión se tomó durante la vigésima sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se celebra del 8 al 13 de diciembre de 2025 en Nueva Delhi (India), donde se revisó y aprobó la candidatura del Viacrucis de Iztapalapa.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
La representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en Iztapalapa ya forma parte de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. 🤩
— SECTUR México (@SECTUR_mx) December 10, 2025
Cada año, esta tradición, nacida en el siglo XIX como un acto de gratitud tras superar una epidemia de… pic.twitter.com/EUCzRvg6Ak
Al tomar la palabra, Edaly Quiroz, subdirectora de Patrimonio Cultural Inmaterial de México, aseguró que la Semana Santa en Iztapalapa no sólo es una representación teatral, sino una manifestación “de unidad, fe, resiliencia que convoca a miles de personas en un ejercicio colectivo de memoria, identidad y participación”.
En su sitio web, la UNESCO señala que esta lista reconoce prácticas, conocimientos y expresiones que las comunidades reconocen como parte de su identidad cultural, y destaca la necesidad de protegerlas para las generaciones futuras.
Semana Santa y el Señor de la Cuevita
Juan Pablo Serrano, custodio de la imagen del Señor de la Cuevita en la Catedral de Iztapalapa, explicó en entrevista con ACI Prensa que esta tradición está estrechamente vinculada con el origen de esa imagen y una promesa comunitaria del siglo XIX.
Relató que en 1687 una imagen de Cristo era trasladada desde Oaxaca hacia la Ciudad de México para su restauración. Durante el trayecto, quienes la transportaban descansaron en una cueva del Cerro de la Estrella y, al intentar reanudar el viaje “ya no pudieron moverla”.
“Se entiende que la imagen quiere quedarse ahí, una imagen que representa a Cristo en el sepulcro. [Al estar en una cueva] se le empieza una devoción muy particular”, indicó.

Serrano explicó que la relación directa con el Vía Crucis surgió en 1833, durante una epidemia de cólera. Ante la gran mortandad, los habitantes sacaron en procesión la imagen y pidieron su intercesión. Tras varios días de oración, la peste cesó, hecho que fue interpretado como un milagro.
A partir de ese suceso, la comunidad hizo la promesa de representar cada año la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo como signo de agradecimiento y cada año ha crecido, tanto en quienes participan en la representación como en los asistentes. Tan sólo en la Semana Santa de 2025 reunió alrededor de 2 millones de personas.
Orgullo de Iztapalapa
Serrano expresó su alegría por el reconocimiento, el cual dijo “es aquello que [los habitantes] presumimos siempre con orgullo y con honor”.
Señaló que, durante los años en que ha estado a cargo de la custodia de la imagen, ha sido testigo de la llegada de miles de visitantes, incluso personas que no se identifican como católicas, quienes “al ser llamados por la representación, visitan la imagen, visitan el templo y sienten una verdadera reflexión en su corazón y sienten una conversión real”.
Finalmente, subrayó que este nuevo estatus representa un mayor compromiso para la comunidad, para que la celebración siga siendo “un agradecimiento a Dios. Todo aquello que se realiza como ofrenda a Dios, definitivamente termina siendo catequético y evangélico”.



