La tradicional fiesta en honor a la Virgen de Guadalupe en Sucre (Bolivia), una de las manifestaciones de fe más convocantes de la región, fue declarada patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO.
Es una festividad que une fe, historia y cultura, y que se celebra en torno al 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen, para honrar a “Gualala”, nombre con el que en Sucre llaman a la Virgen de Guadalupe, su patrona.
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En la 20ª sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que comenzó el lunes 8 y se celebra hasta el sábado 13 de diciembre en Nueva Delhi, India, se determinó la inscripción de esta festividad en la lista de patrimonio cultural inmaterial.
La fuerza religiosa, la devoción popular expresada en las novenas, las ofrendas de cera y la tradicional procesión a la “Gualala” son características que dan valor a esta festividad, que cada año cuenta con la participación de fraternidades folclóricas, bandas de música y baile, familias y visitantes.
Actualmente, la fiesta de la Virgen de Guadalupe es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad de Sucre.
La fecha de esta celebración se debe al “cumpleaños de Guadalupe” y se caracteriza por la llegada de una multitud de devotos desde distintos puntos de la región.
La festividad comienza con el traslado de la imagen de la Virgen a la Catedral y continúa con oraciones diarias, procesiones con velas, espectáculos musicales y celebraciones públicas.
Uno de los momentos más relevantes es la denominada Entrada Folclórica, en la que músicos, cantantes, y miles de bailarines dedican su arte a la Virgen. Los cantos y oraciones suelen recitarse en lengua quechua.
En Sucre, la tradición y los conocimientos sobre esta festividad se transmiten de generación en generación, ya que las familias participan activamente de los festejos. También las escuelas contribuyen a la transmisión de la tradición involucrando a los estudiantes en espectáculos culturales.
Bailarines, músicos y artesanos también contribuyen a mantener vivas las prácticas típicas del lugar, por lo que la fiesta funciona como fortalecedora de lazos comunitarios, fomentando la cooperación en la sociedad y el orgullo por la cultura local.
Cada 8 de septiembre, la Catedral de Sucre, donde se encuentra el lienzo de la Virgen de Guadalupe pintado en 1601 por fray Diego de Ocaña, se llena de flores, y los devotos realizan procesiones en la ciudad y una noche de velas.
Un honor y una gran responsabilidad
Al conocerse la declaración de la festividad como patrimonio inmaterial de la humanidad, el Arzobispo de Sucre, Mons. Ricardo Centellas, presidió la Eucaristía de acción de gracias en la capilla de la Virgen de Guadalupe, que contó con la participación de autoridades nacionales y locales.
"Nuestra madre, la patrona de Sucre, ha acompañado la historia de Sucre, Chuquisaca y Bolivia. Es la primera representación religiosa de Bolivia y una de las más antiguas en Latinoamérica", señaló el prelado, considerando que este reconocimiento "es un honor, pero también una gran responsabilidad".
Con la inscripción de la festividad de la Virgen de Guadalupe, Bolivia suma 16 ítems en las listas de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
Al referirse a la prenovena, la novena y postnovena en honor a la Virgen, destacó que son manifestaciones que se vienen realizando desde hace más de 200 años, por lo que llamó a conservar la tradición y revisar los aspectos a mejorar de la fiesta.
“A nivel general, cuando se hace un reconocimiento de este tipo, lo primero es conservar todo lo que tiene la festividad y, por supuesto, mejorarla. Hay muchas cosas por mejorar”, indicó.




