Un nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) arrojó que la cifra de la pobreza en el país disminuyó del 45.6% en 2024 al 36,3% en 2025, una disminución de casi 10%. 

El informe se titula "Nuevo escenario político-económico: Estrés y bienestar en una Argentina en transición" y fue presentado este jueves 4 de diciembre a través del canal de YouTube de la UCA

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Según el informe del ODSA, al cierre del tercer trimestre de 2025 la tasa de pobreza en la Argentina se ubicó en 36,3%, mientras que la indigencia afectó al 6,8% de la población. 

Esto indica una caída en la pobreza de 9,3 puntos con relación al mismo período del año pasado y 8,4 puntos respecto al tercer trimestre de 2023, antes de la asunción del presidente Javier Milei. 

Los datos referidos a la pobreza provienen del análisis de las privaciones monetarias (pobreza e indigencia por ingresos) y de indicadores complementarios como el estrés económico y la inseguridad alimentaria, detalla el documento. 

Estos datos se basan en estimaciones de la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) de la UCA y datos empalmados/reconstruidos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), y abarcan generalmente el período 2010-2025. 

El informe de la UCA señala que la medición elaborada por el INDEC mostró una baja significativa de la pobreza por ingresos hasta el segundo trimestre de 2025 (31,8%). Sin embargo, considera que la tasa reportada responde más a factores técnico-metodológicos que a una mejora real pronunciada. 

Esto significa que aunque la baja en la pobreza es real, según lo estudiado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina, estaría sobreestimada, y puede que unas tres cuartas partes de dicha disminución se deban a un efecto estadístico. 

Alimentación y salud 

El informe evidenció que en el período reciente hubo “mejoras en la dinámica de la inseguridad alimentaria”, debido a la recomposición en el nivel de ingresos —tras haber sufrido un fuerte deterioro a fines de 2023 y principios de 2024— y también al incremento en los montos de las transferencias del Estado dirigidas a hogares vulnerables en concepto de ayuda social. 

Asimismo, reflejó mejoras “en el acceso a recursos para el cuidado de la salud”, cuyas cifras indican que en 2024, el 37,7% estaba en situación de privación en recursos de salud, y en 2025 se registró un 34,3%. 

En cuanto a los montos de las transferencias del Estado dirigidas a los hogares más vulnerables, su incremento contribuye a explicar la disminución en la cifra de inseguridad alimentaria de 2024 a 2025 (pasó de un 24,3% a un 18,7%) 

El informe aclara que estas mejoras, no son suficientes “para revertir plenamente el deterioro acumulado”, ya que “los niveles de déficit registrados en 2025 continúan siendo muy altos y todavía no regresan a los niveles, ya críticos, de escenarios previos”.  

“Además, persisten señales de empeoramiento entre hogares con distintos perfiles de vulnerabilidad”, indica. 

En el caso de los hogares sin niños, en los últimos años se ha registrado una tendencia negativa, “probablemente asociado a la erosión de las pensiones y las jubilaciones en este período”, señala el documento.