Según un estudio, las escuelas católicas de Estados Unidos tienen un mejor desempeño en las diócesis donde los estados financian programas de vales que permiten a los padres pagar la matrícula. Sin embargo, la inscripción sigue disminuyendo en la mayoría de los lugares.
John F. Quinn, historiador de la Salve Regina University, en Rhode Island, examinó seis diócesis católicas durante los últimos 16 años: tres en estados con programas de vales y tres sin ellos, y descubrió que las escuelas parroquiales se benefician con los vales.
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Quinn presentó su investigación en octubre, en la conferencia anual de la Sociedad de Científicos Sociales Católicos en la Franciscan University de Steubenville, Ohio.
La investigación encontró que, desde 2009, las diócesis de Providence (Rhode Island), Fall River (Massachusetts) y Rockford (Illinois) —ninguna de las cuales se encuentra en estados con programas de vales— han experimentado cierres de escuelas y descensos, algunos muy significativos, en la matrícula de sus escuelas parroquiales.
Según el historiador, las escuelas de Providence han experimentado una disminución de dos tercios en su matrícula, pasando de 16.000 estudiantes en 2009 a aproximadamente 10.000 en 2025.
Por su parte, la Diócesis de Fall River registró una caída del 36% en la matrícula, pasando de 7.800 estudiantes en 2009 a 5.000 en 2025. La Diócesis de Rockford sufrió un descenso drástico del 52%, con 15.500 estudiantes en 2009 y 7.400 en la actualidad. Las tres diócesis también experimentaron el cierre de varias escuelas parroquiales.
Las cifras son muy diferentes en las diócesis de los estados que cuentan con programas de vales.
Según Quinn, la Arquidiócesis de Indianápolis solo ha experimentado un descenso del 3% en la matrícula desde 2009. Ese año casi 23.000 alumnos estaban matriculados en sus escuelas parroquiales. Hoy el número es de 22.300.
La población total de la arquidiócesis también ha disminuido un 5% durante el mismo periodo, señaló.
El Programa de Becas Choice de Indiana se lanzó en 2011 y se extendió a casi todos los residentes en 2025.
Las otras dos diócesis, Orlando y Venice, se encuentran en Florida, estado que aprobó su programa de vales en 1999 y lo amplió significativamente en 2023.
La Diócesis de Orlando ha experimentado una disminución del 13%, pasando de 14.500 estudiantes en 2009 a 12.750 en 2025.
La Diócesis de Venice —establecida en 1984— ha visto un aumento del 52% en la matrícula de las escuelas parroquiales desde 2009, así como un crecimiento en el número de estas. En 2009, 4.400 estudiantes asistían a tres escuelas secundarias y diez primarias; actualmente cuenta con cuatro escuelas secundarias y doce primarias, con una matrícula de 6.800 estudiantes.
Quinn reconoció que Florida tiene una población creciente, pero afirmó que, incluso teniendo esto en cuenta, los programas de vales han ayudado indiscutiblemente a las escuelas católicas del estado.
“Tenemos casi todas las escuelas a su máxima capacidad”, declaró en septiembre el sacerdote jesuita John Belmonte, superintendente de Educación Católica de la Diócesis de Venecia.
Historia de la educación parroquial
“Los líderes católicos estadounidenses han considerado durante mucho tiempo que las escuelas parroquiales son fundamentales para el bienestar de la Iglesia en Estados Unidos”, señaló Quinn.
Recordó el Tercer Concilio Plenario de Baltimore en 1884, en el que los obispos “exigieron que cada parroquia tuviera una escuela y que todos los padres católicos enviaran a sus hijos” a ellas.
Quinn señaló que, en ocasiones, los párrocos construían primero una escuela parroquial antes de terminar el edificio de la iglesia.
En 1965, el año con mayor matrícula en escuelas parroquiales, el 52% de los niños católicos estadounidenses, o 5,2 millones de estudiantes, estaban matriculados en 13.000 escuelas primarias y secundarias católicas.
Quinn citó el informe anual de la Asociación Nacional de Educación Católica, publicado en primavera, que indicaba que poco menos de 1,7 millones de estudiantes estaban matriculados en las 8.500 escuelas parroquiales del país.
En 1965, casi el 70% del profesorado de las escuelas parroquiales, es decir, 115.607 personas, eran religiosas, sacerdotes o hermanos, según la Sociedad Cardenal Newman.
Para 1990, solo el 2,5% del profesorado de las escuelas parroquiales eran sacerdotes o religiosos, y esa cifra se mantiene igual en la actualidad.
Quinn afirmó que los costos comenzaron a aumentar a medida que más profesores laicos reemplazaban a los religiosos y sacerdotes en las aulas.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.




