En medio de la devastación de la guerra y la pobreza en Sudán del Sur, se levanta un oasis educativo de esperanza, que se erige gracias a la solidaridad que fomenta La Salle Foundation (Fundación La Salle), de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Lasallistas).

La escuela La Salle Rumbek, un proyecto lasallista iniciado en 2018, forma adolescentes de entre 14 y 17 años. La primera promoción de estudiantes tuvo 23 alumnos; hoy suman cerca de 500.

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Alumnos y padres de familia de los centros de estudios lasallistas en México se han comprometido a donar 62.500 dólares estadounidenses este año.

Sudán del Sur y una crisis que no termina

La ciudad de Rumbek se encuentra en el centro de Sudán del Sur, el país más joven del mundo y que se dividió de Sudán en 2011 tras una cruenta guerra civil, en la que primaron desavenencias tribales, conflictos por hambruna y también religiosos: Sudán es un país de mayoría musulmana, mientras que la región del sur, hoy un país independiente, tiene una mayoría cristiana.

Lejos de tener estabilidad tras su independencia, la situación actual de Sudán del Sur es compleja y se ha deteriorado dramáticamente, con continuos enfrentamientos tribales. La situación económica no es mejor, y en 2024 el Índice de Percepción de Corrupción consideró al país como el más corrupto del mundo.

En abril de 2025, Naciones Unidas informaba que, a causa de la constante violencia y la hambruna, en Sudán del Sur cerca de 7,7 millones de personas enfrentan “una grave inseguridad alimentaria”.

Serena Pegorin, project manager de La Salle Foundation, explica a ACI Prensa que “la violencia en el país” y entre los “distintos clanes familiares” no disminuye en Sudán del Sur, motivada, entre otras razones “por la pobreza, por la falta de servicios educativos, sanitarios”.

Sin embargo, destaca, Rumbek “es un poco menos afectada por este tipo de violencia”. Ahí, los Hermanos de La Salle recibieron una donación de 48 hectáreas, en la que comenzaron las obras para la escuela, que funciona como un internado para adolescentes.

Un espacio para fomentar la paz

Daniel Muñoz, digital strategist de La Salle Foundation, comparte que cuando los adolescentes comparten sus videos de su convivencia en la escuela siempre destacan “que se hacen amigos o conviven pacíficamente dentro de la institución con chicos de otras partes, de otras regiones de Sudsudán”.

“Lo llaman ellos como la escuela de todos los sudaneses”, añadió.

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En sus testimonios, continúa, estudiantes de La Salle Rumbek aseguran que “si no hubieran estado en la escuela, estarían, llamémosle, obligados a delinquir, porque en muchos casos, en los más vulnerables, están obligados a esto o a trabajar cuidando el ganado de la familia”.

“Pero los chicos de La Salle Rumbek algunos ya tienen una mentalidad totalmente diferente”, pues unos comparten lo que han aprendido con alumnos de primaria en otras escuelas católicas de la zona, mientras que otros se proyectan hacia carreras profesionales.

Aunque en Sudán del Sur no hay universidades, de la mano de las autoridades locales, los Hermanos de La Salle ayudan a los estudiantes a conseguir becas en otros países, como India y Egipto.

La campaña para ayudar a la sostenibilidad

Este año, las donaciones tienen un objetivo particular: ayudar a “tratar el agua residual para reutilizarla en el riego y lograr que la producción de alimentos sea cada vez más autosuficiente”.

Labores agrícolas en La Salle Rumbek, en Sudán del Sur. Crédito: Cortesía de La Salle Foundation.
Labores agrícolas en La Salle Rumbek, en Sudán del Sur. Crédito: Cortesía de La Salle Foundation.

Serena Pegorin explica que en el terreno de la escuela de Rumbek hay “mucha tierra que puede ser cultivable”, de tal forma que la alimentación de los adolescentes pueda ser más sostenible.

“Rumbek tiene como proyecto general un componente de agricultura, hay tractores y labradores, obreros” que trabajan la tierra para la comida de los alumnos.

Labores agrícolas en La Salle Rumbek, Sudán del Sur. Crédito: Cortesía La Salle Foundation.
Labores agrícolas en La Salle Rumbek, Sudán del Sur. Crédito: Cortesía La Salle Foundation.

Una visión de solidaridad desde la fe

El Hermano José Antonio Vargas, ecónomo del distrito Antillas-México Sur de La Salle, destacó que desde las escuelas lasallistas se promueve entre los alumnos y padres de familia “la solidaridad con los más necesitados”.

Desde la perspectiva de fe, como uno de los valores del lasallismo, dijo, se alienta a “creer que ese apoyo que en un momento estamos dando a las instituciones, a jóvenes que no conocemos ni ellos conocerán tampoco, les va a ayudar a transformar su vida”.

Al mismo tiempo, resaltó, “cuidamos que el recurso se aproveche bien, que realmente llegue a los destinatarios”.

“La educación ayuda a transformar”

Lejos de imaginar un futuro de ensueño, para el hermano lasallista lo importante en este proyecto solidario y educativo es “el ahorita, para que estos jóvenes sobrevivan y puedan ser fermento en su comunidad de transformación”.

“Yo estoy seguro que en un futuro, no sé qué tan lejano, esperamos que sea muy corto, estos jóvenes ayuden a transformar la sociedad de su patria”, compartió.

El hermano dijo estar “convencido que la educación ayuda a transformar, pero ayuda a transformar cuando (...) es un espacio de esperanza para las personas, que pueden tener una vida mejor”.

Es el caso de Rumbek, continuó, donde las donaciones que se enviarán desde México servirán para que los estudiantes “puedan sembrar mejor, para que puedan ellos tener espacios sanos, cuidar el agua, tener muchas otras cosas que de repente no las han tenido y la parte de salud es clave”.

“La creatividad” puesta al servicio de la solidaridad

El hermano lasallista destacó “la gran creatividad que los alumnos, los maestros, los encargados de los colegios implementan para la campaña”.

“Se les ha ocurrido mil cosas muy interesantes”, dijo, señalando como ejemplo que en una escuela contactaron a un conocido luchador profesional de Lucha Libre mexicana, quien fue “a tomarse fotografías con las personas”.

“Todo lo que en un momento ganaba por la fotografía era para las misiones”, destacó.

Para el hermano José Antonio Vargas, algo es clave en esta labor solidaria, que al mismo tiempo ayuda en la formación de los estudiantes en México: “No es pedirles dinero, es generar esta conciencia”.

Para ayudar al proyecto de La Salle Rumbek desde México puede escribir a proyectos@hlasallems.mx; desde otros países puede ingresar a este sitio web.

Nota del editor: Este artículo fue corregido para actualizar el monto de la donación, que según los lasallistas en México es 62.500 dólares y no 19.000 dólares, como se había informado inicialmente.