El Arzobispado de San Juan de Cuyo (Argentina) estableció que en las Primeras Comuniones y Confirmaciones en la Arquidiócesis, la Sagrada Comunión debe recibirse "únicamente de pie y en la mano". 

Según explicaron, esta medida busca contrarrestar los ataques que han calificado esta forma de comulgar como "sacrílega".

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“Los ministros que asistan en el altar (de toda edad y condición) comulgarán siempre de pie y en la mano”, establece un protocolo hecho público por el Arzobispado el 27 de agosto de 2025 y basado en una disposición establecida en las normas del 25 de marzo de 2022.

Agrega que “en las celebraciones de los Sacramentos de Iniciación Cristiana los catecúmenos (de cualquier edad) recibirán la Sagrada Comunión únicamente de pie y en la mano”.

¿Qué dice la Santa Sede?

Según la instrucción Redemptionis Sacramentum, publicada en 2004 por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, “en la distribución de la sagrada Comunión se debe recordar que ‘los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los pidan de modo oportuno, estén bien dispuestos y no les sea prohibido por el derecho recibirlos”.

“Por consiguiente, cualquier bautizado católico, a quien el derecho no se lo prohiba, debe ser admitido a la sagrada Comunión. Así pues, no es lícito negar la sagrada Comunión a un fiel, por ejemplo, sólo por el hecho de querer recibir la Eucaristía arrodillado o de pie”, detalla.

Asimismo, el documento pontificio, emitido en 2004, bajo el papado de Juan Pablo II, y firmado por el Cardenal Francis Arinze, dispone que “aunque todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la sagrada Comunión en la boca, si el que va a comulgar quiere recibir en la mano el Sacramento, en los lugares donde la Conferencia de Obispos lo haya permitido, con la confirmación de la Sede Apostólica, se le debe administrar la sagrada hostia. Sin embargo, póngase especial cuidado en que el comulgante consuma inmediatamente la hostia, delante del ministro, y ninguno se aleje teniendo en la mano las especies eucarísticas. Si existe peligro de profanación, no se distribuya a los fieles la Comunión en la mano”.

“Un fin catequístico”

Consultado por ACI Prensa sobre los motivos de la disposición en San Juan de Cuyo, el asesor de la Pastoral de Comunicación y párroco de la Catedral, P. Andrés Riveros, explicó que tiene “un fin catequístico”.

“Había como un dejo de desacralización de esa forma de recibir la Eucaristía, que habíamos percibido en la escucha de varias parroquias, que era menos digno recibirlo en la mano y de pie. Se referían a esta forma como sacrílega, lo que había producido mucha confusión en la gente”, explicó.

“Toda forma que la Iglesia permita está bien”

Fue entonces que el Arzobispo, Mons. Jorge Lozano, propuso “una catequesis silenciosa, porque no es que se predique sobre eso, sino que al llevar adelante esta forma damos a entender que toda forma que la Iglesia permita está bien, es sacro, y una forma no está por sobre otra como algunos imponían”.

El sacerdote reconoció que este protocolo “ha producido mucha inquietud, con titulares como ‘el Obispo prohíbe la Comunión en la boca’, lo cual es una mentira porque no es así”, aclaró.  “Todo el mundo aquí sigue comulgando como quiere: de pie, de rodillas, en la boca, en la mano, pero había producido mucha inquietud”.

Consultado si en el afán de terminar con una “imposición”, el sacerdote insistió en que se trata de “un fin catequístico, porque los chicos [que reciben la Primera Comunión o la Confirmación] al otro día, si van a la Misa, pueden recibir la Comunión en la boca y de rodillas, y así lo pueden hacer el resto de su vida si ellos lo quieren”.

Poner en valor la Comunión en la mano

“Nos parecía del mal espíritu tratar a esta forma de sacrílega o de satánica, entonces había que poder mostrar que es una forma más. Después cada uno elige la forma que quiera, no es una imposición, al contrario. Al otro día la persona puede optar la forma que quiera”, precisó el sacerdote.

La intención detrás de esta decisión fue la de “poner en valor esto porque se la ha atacado mucho en este último tiempo, al menos aquí en la diócesis”.

“En la Arquidiócesis estaba sucediendo que había una persecución a la Comunión con la mano, entonces como respuesta a eso, a ese movimiento, se buscó un sentido de enseñar desde chicos que es lo mismo, que tiene la misma dignidad, y que cada uno después podrá hacer su propia elección de cómo quiere recibir al Señor”, concluyó.