Un político británico ha criticado públicamente a su párroco por negarle la Eucaristía luego de que votara a favor del proyecto de ley sobre suicidio asistido en el Reino Unido.
Chris Coghlan, parlamentario del Partido Liberal Demócrata, se pronunció el domingo en redes sociales y, según se informa, se quejó ante el obispo Richard Moth, de la diócesis de Arundel y Brighton, calificando el hecho como “indignante”.
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El P. Ian Vane, párroco de la iglesia católica St. Joseph, en Dorking (Surrey), había advertido previamente a Coghlan —antes de la votación del 20 de junio— que apoyar el controvertido proyecto constituiría una forma de “perseverancia obstinada en el pecado”. Dos días después, el sacerdote habría mencionado a Coghlan por su nombre desde el púlpito. El político representa a Dorking y Horley en el Parlamento.
Coghlan calificó la actitud del sacerdote como “totalmente inapropiada” y afirmó que “socava la legitimidad de las instituciones religiosas”.
En redes sociales, el diputado aseguró que lo ocurrido es de “grave interés público” y denunció la presión que enfrentan los parlamentarios religiosos durante votaciones sensibles. Dijo que fue “profundamente irrespetuoso con mi familia, mis electores —incluida la feligresía— y con el proceso democrático”.
Sin embargo, sus declaraciones generaron una fuerte reacción en redes sociales, donde muchos usuarios salieron en defensa del P. Vane y criticaron el comportamiento del parlamentario.
Varios comentaristas recordaron la nota doctrinal del Vaticano sobre la participación de los católicos en la vida pública, que afirma: “Una conciencia cristiana bien formada no permite votar por programas políticos o leyes individuales que contradigan los contenidos fundamentales de la fe y la moral”.
La misma nota subraya: “Aquellos directamente involucrados en la elaboración de leyes tienen la grave y clara obligación de oponerse a cualquier ley que atente contra la vida humana. Para ellos, como para todo católico, es imposible promover o votar por tales leyes”.
La diócesis católica de Arundel y Brighton también se pronunció, reafirmando la postura de la Iglesia sobre el tema, aunque reconociendo la complejidad del debate.
“La Iglesia católica cree en la santidad de la vida y en la dignidad de toda persona”, señaló la diócesis. Añadió que el obispo Richard Moth habló con Coghlan “a inicios de esta semana y le ha ofrecido reunirse personalmente para tratar los temas y preocupaciones planteadas”.
Obispos católicos advierten sobre graves consecuencias
La controversia se da en un contexto de reiteradas advertencias por parte de obispos católicos y otras voces sobre los riesgos de legalizar la muerte asistida en el Reino Unido.
El arzobispo John Sherrington, de Liverpool, responsable de los temas de vida en la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, dijo sentirse “conmocionado y decepcionado” por la aprobación del proyecto de ley.
“Permitir que el personal médico ayude a los pacientes a poner fin a sus vidas cambiará la cultura de la atención médica y generará temores legítimos en personas con discapacidad o en situaciones de especial vulnerabilidad”, declaró.
Tanto el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster, como el arzobispo Sherrington, ya habían advertido que los hospicios y centros católicos podrían verse obligados a cerrar si se aprueba esta legislación, ya que podrían estar legalmente obligados a colaborar con los procedimientos de muerte asistida.
Para convertirse en ley, el proyecto aún debe ser aprobado en la Cámara de los Lores —la cámara alta no electa del Parlamento británico—. Aunque puede ser enmendado en ese paso, se prevé que será aprobado, dado el respaldo que ya recibió en la Cámara de los Comunes.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.

