Tras la explosión de un camión cisterna de gas registrada la tarde del miércoles 10 de septiembre en el oriente de la Ciudad de México, que dejó al menos cuatro fallecidos y 90 heridos, la Iglesia Católica expresó su cercanía con los afectados y llamó a los fieles a mantenerse “unidos en la oración”. 

El accidente ocurrió alrededor de las 14:20 horas cerca del Puente de la Concordia, en el municipio de Santa Marta Acatitla, cuando un camión con capacidad para cargar 50.000 litros “se volcó y provocó el problema”, informó la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, en rueda de prensa. La fuga de gas generó un incendio que se extendió de manera inmediata entre los automovilistas de la zona.

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Según el último reporte oficial, el número de heridos asciende a 90, de los cuales diez ya habían sido dados de alta. Entre los cuatro fallecidos se encontraba un menor de edad; todos murieron mientras recibían atención médica. Los heridos fueron trasladados a hospitales de la Ciudad de México y del Estado de México para recibir tratamiento.

En redes sociales circularon videos que muestran tanto el momento de la explosión como escenas posteriores de personas huyendo del fuego, algunas con quemaduras severas.

La fe es una “luz que nos sostiene” en momentos difíciles

La Diócesis de Iztapalapa, que tiene bajo su atención pastoral la zona afectada, compartió un comunicado el día del accidente en el que expresó su “solidaridad con las familias que hoy sufren”, y aseguró su cercanía mediante la oración.

Explicó que “en momentos como este, la fe se convierte en luz que nos sostiene”. Por ello, pidió a toda la comunidad mantenerse “unidos en la oración, pidiendo a Dios por la pronta recuperación de los heridos y el consuelo de quienes atraviesan la angustia y la incertidumbre”. 

También invitó a los fieles a “sumarse a los esfuerzos de ayuda, apoyando con lo que esté a su alcance. Cada gesto solidario es signo del amor cristiano que nos identifica como discípulos de Jesús”.

A este llamado se unió el P. Juan Botello, cuasi párroco de Nuestra Señora de Guadalupe, templo ubicado a unos 700 metros del lugar de la tragedia a través de un video que se difundió en la página de Facebook del templo. 

El sacerdote encomendó a Dios a los afectados, en especial a quienes están “sufriendo en estos momentos las quemaduras de sus cuerpos, la angustia de los familiares de saber que ha sido una tragedia que va a afectar a la vida de la familia”. “Pidamos por todos ellos y no perdamos la sensibilidad” agregó el sacerdote. 

Finalmente, confió en la intercesión de la Virgen María, Madre de los Dolores, “para que acompañe a nuestros hermanos en su sufrimiento y fortalezca a nuestra comunidad en la esperanza”.