Mons. Francisco Moreno Barrón, Arzobispo de Tijuana, en la frontera norte de México, informó que el cáncer que padece ha avanzado, por lo que se someterá a una terapia con efectos “más agresivos”. Al mismo tiempo, el prelado se confió a las manos de Dios, la protección de la Virgen María y “la ferviente oración de la Iglesia”.
En un comunicado difundido el domingo 24 de agosto, Mons. Moreno Barrón aseguró que “a la luz de la fe, reconozco que Dios ha ido realizando su plan de amor y salvación sobre mí a lo largo de mi vida y en el proceso de salud/enfermedad que estoy viviendo”.
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El Arzobispo de Tijuana se enfrenta a un cáncer pulmonar desde 2022. En su reciente comunicado, recuerda que en estos tres años de enfermedad “fui intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones y he llevado cuatro tratamientos contra el cáncer”.
Se trata “de un cáncer maligno llamado mesotelioma epitelioide, debido al contacto con el asbesto. Se trata de un cáncer poco frecuente y muy huidizo”, dijo.
En las tomografías realizadas tras cada tratamiento al que se sometió, indicó, “se ha mostrado un aumento del cáncer, incluido el último PET-CT del 31 de julio de este año, que reveló “que la enfermedad ha comenzado a invadir el pulmón derecho”.
El prelado compartió que “los efectos y secuelas de las cirugías y tratamientos han sido muy variados y los experimento interiormente; sin embargo, mi estado físico sigue funcional, al punto que la enfermedad no es tan evidente al exterior, salvo algunas manifestaciones que no escapan a los ojos y al corazón de quienes me conocen y observan más de cerca”.
Su nuevo tratamiento comenzará el miércoles 27 de agosto en el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) en Ciudad de México. Se trata de una inmunoterapia intravenosa y un medicamento que tomará por vía oral. Su regreso a Tijuana está programado para el viernes 29 de agosto.
El prelado espera que este tratamiento presente resultados “favorables”, pero reconoció que sus efectos “serán más agresivos”.
Al concluir su mensaje, el Arzobispo de Tijuana escribió: “Asumiendo mi responsabilidad en el cuidado de mi salud, sigo confiado en las manos paternales de mi padre Dios, en el cuidado maternal de la Virgen María, en la intercesión de los santos y la ferviente oración de la Iglesia”.
“Ofrezco mis pequeños sufrimientos por sus necesidades materiales y espirituales”, aseguró.




