Juntos, contra viento y marea. Ese parece haber sido el pensamiento claro y poderoso de estos novios en Filipinas, que contrajeron matrimonio aunque la iglesia católica donde se unieron, hasta que la muerte los separe, estaba completamente inundada a causa de una tormenta tropical que dejó el agua hasta las rodillas, las de ellos y las de todos sus invitados.

Jade Rick Verdillo y Jamaica Aguilar se casaron el martes 22 de julio en la iglesia de Barasoain, en Malolos, en la provincia filipina de Bulacan, que rebosaba de agua debido a las fuertes lluvias que provocaron inundaciones en la región.

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Pese a todo, los novios decidieron seguir adelante.

“Siento que los retos no se acabarán, esto es sólo una prueba. Antes de casarnos estuvimos en esta relación por 10 años, ya hemos pasado por mucho, esta es solo una de las pruebas que hemos superado”, afirma Jade en declaraciones a la agencia AP, dentro de la iglesia llena de agua.

Jiggo Santos, uno de los invitados, comentó que asistió a “una boda extraordinaria, como pueden ver. El amor prevaleció porque incluso contra el tiempo, la tormenta, las lluvias, las inundaciones, la boda siguió adelante”.


Aunque lo hecho por Jade y Jamaica es digno de admiración y un hecho edificante para muchos, no son la primera pareja que se casa en medio del agua en esa misma región.

El 11 de agosto de 2018, Jefferson y Jobel de los Ángeles se casaron en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Santísimo Rosario, también en la provincia filipina de Bulacan.

Ese día, la hija de ambos, que entonces tenía cinco meses, recibió el bautismo. Como en el caso de Jade y Jamaica, la iglesia estaba inundada y tampoco fue impedimento para este sacramento ni para el matrimonio.

AP precisa que más de 80.000 personas permanecían el martes en refugios de emergencia en Filipinas ante las inundaciones, deslizamientos de tierra y marejadas el fin de semana. La tormenta tropical se movió luego a Vietnam.