“Sufro mucho por ellos. Digo a todos los líderes del mundo: ¡Basta! ¡Pronuncien una palabra de justicia y paz! ¡Basta! El pueblo ha sufrido tanto”, afirma una monja católica egipcia que vivió 15 años en Gaza tras el ataque israelí contra la iglesia de la Sagrada Familia.
“Sé lo que es la guerra”, comenta también la hermana Nabila Saleh, de las Hermanas del Rosario, en declaraciones a los medios vaticanos, luego que la iglesia de la Sagrada Familia de Gaza fuera alcanzada la mañana del 17 de julio por un ataque aéreo en medio de una nueva ola de bombardeos. Uno de los heridos ha sido el párroco argentino Gabriel Romanelli.
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En Gaza, informa Vatican News, esta monja fue directora del colegio privado más grande de la Franja, y luego compartió con todos los desplazados que habían encontrado refugio en la parroquia latina de la Sagrada Familia.
La religiosa tuvo la oportunidad de hablar con algunos fieles de la Sagrada Familia y resalta que le “dijeron que tienen mucho miedo de que los bombardeos continúen, y dicen '¡Basta! Ya no tenemos fuerzas'".
La hermana recuerda a los fallecidos en el ataque y comenta, por ejemplo, que Foumia Issa Latif Ayyad "era muy buena. Incluso cuando estaba enferma, siempre hablaba de su vida. Era directora de las escuelas de la UNRWA (Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo) en Gaza, y era muy buena. Leía mucho el Evangelio y compartía sus experiencias con la Palabra de Dios".
Al hablar sobre el portero que murió en el bombardeo, Saad Issa Kostandi Salameh, la religiosa resalta que "era muy bueno y estaba dispuesto a ayudar a todos en la iglesia, siempre dispuesto a servir".
Sobre la tercera víctima mortal, la hermana Nabila afirma que “sufrió. No la conocía tan bien. Acudió a nosotras cuando su iglesia, la ortodoxa, fue bombardeada; sufrió muchísimo”.
Ante este y otros ataques, concluyó la religiosa, “no podemos callar; no hay justicia”.







