La Arquidiócesis de Xalapa, ubicada en el estado mexicano de Veracruz, hizo un llamado urgente a garantizar un “trato digno para todos” especialmente para quienes sufren la persistencia de la escasez de medicamentos y las condiciones de pobreza que afectan a millones de mexicanos.
Mediante un comunicado difundido el 6 de julio —coincidiendo con la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum al estado para inaugurar un hospital materno infantil—, la arquidiócesis advirtió que “duele que no haya un trato recíproco entre las personas y que se utilice a cada ser humano para conseguir los propios fines”.
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En particular, lamentó que “haya desabasto de medicamentos básicos y hospitales carentes de equipos necesarios para atender a los enfermos necesitados de un trato digno, acorde a su gran dignidad”, acusó el arzobispado.
La falta de medicamentos ha sido una de las principales quejas ciudadanas en los últimos años.
De acuerdo con cifras publicadas por el medio local El Universal, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no surtió 4 millones 527 mil 281 recetas durante 2024, lo que representa 11 millones 575 mil 307 piezas de medicamentos no entregadas a derechohabientes entre el 1 de enero y el 19 de diciembre del año pasado.
Además de la crisis sanitaria, la Iglesia Católica denunció los niveles de marginación en el país, señalando que “más de 30 millones de mexicanos siguen sumergidos en la exclusión y en las condiciones estructurales de pobreza”.
Pese a este panorama, el mensaje expresó esperanza en que el país aún puede “ver resultados reales de los proyectos políticos, económicos, sociales y culturales” y animó a los ciudadanos a mantener la misma expectativa, pues “la riqueza natural de México y la dignidad de su gente lo exigen”.
Como eje de su propuesta, el arzobispado señaló que “la caridad cristiana es la respuesta”, al considerarla una vía hacia un desarrollo auténtico e integral.
Gracias a esta actitud, indicó, se puede abrir “la posibilidad de formar una humanidad nueva. El amor cristiano es la principal fuerza impulsora del crecimiento pleno de cada persona y de toda la humanidad”.
“La vivencia de la caridad cristiana hace que cada persona se descubra como hijo amado de Dios y orientado a una vida inspirada por la caridad y la misericordia”, puntualizó la arquidiócesis.
Finalmente, el mensaje concluyó recordando que vivir conforme a estos valores cristianos es fundamental, ya que “todo lo demás vendrá por añadidura, pues la gran tarea de todos es responder y comprometerse con estas exigencias esenciales”.



