La Arquidiócesis de Boston (Estados Unidos) ha pedido a los sacerdotes católicos que se encuentran en el país usando visas que eviten viajar al extranjero, debido a las políticas migratorias y deportaciones de la administración de Donald Trump.

"Como muchos de ustedes sabrán, recientes cambios en las políticas del gobierno de EE.UU. han impactado significativamente a los viajeros extranjeros que ingresan a Estados Unidos", comunicó a los sacerdotes el director de Personal Clerical de la arquidiócesis, P. Paul Soper, en un correo electrónico obtenido por el Boston Globe.

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"Aunque ninguno de nuestros sacerdotes ha enfrentado problemas significativos hasta la fecha", dijo el P. Soper, "no podemos predecir si surgirán desafíos o cuándo".

No está claro a qué "recientes cambios en las políticas" se refiere la carta. El gobierno de Estados Unidos ha implementado políticas migratorias agresivas desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo en enero, principalmente relacionadas con la deportación prevista de millones de inmigrantes indocumentados y el fortalecimiento de las políticas fronterizas.

El P. Soper indicó que la arquidiócesis está "aconsejando a aquellos de ustedes que tienen visas o documentos de autorización de empleo (EAD) y actualmente sirven en asignaciones oficiales, que consideren abstenerse de viajar internacionalmente hasta nuevo aviso".

"Nuestra principal preocupación es minimizar el riesgo de que alguno de nuestros sacerdotes no pueda reingresar a Estados Unidos debido a circunstancias imprevistas, donde no estaríamos en posición de ayudarles".

El sacerdote escribió que entendía que el clero no podía renunciar completamente a los viajes, especialmente tras los desplazamientos al extranjero para el funeral del Papa Francisco, pero pidió "evitarlos siempre que sea posible" y alertarle de cualquier viaje internacional.

Solicitó además que "cualquier sacerdote que actualmente esté viajando fuera de Estados Unidos y no sea ciudadano estadounidense" notifique a la oficina de la arquidiócesis "con detalles de su ubicación y planes de viaje".

Terrence Donilon, portavoz de la Arquidiócesis de Boston, dijo al Globe que esta solicitud no refleja la visión de la arquidiócesis sobre el gobierno de Estados Unidos y no debe tomarse como una crítica, sino que está destinada "a proporcionar una orientación práctica y proactiva dados los recientes cambios en las políticas".

El P. Soper señaló que el plan está sujeto a cambios a medida que conozcan "más en los próximos meses", pero la arquidiócesis quería que los sacerdotes estuvieran al tanto, ya que muchos de ellos viajan al extranjero para ver a sus familias o para servir en parroquias, escuelas y ministerios.

Activistas católicos han estado advirtiendo durante meses sobre una crisis inminente en la que muchos sacerdotes radicados en Estados Unidos podrían verse obligados a abandonar sus ministerios y regresar a sus países de origen, después de lo cual estarían sujetos a largos tiempos de espera antes de regresar, debido a cambios en las leyes de visas de Estados Unidos. No está claro si el problema de las visas está relacionado con la carta de la Arquidiócesis de Boston.

En abril, un grupo de senadores estadounidenses presentó el proyecto de Ley de Protección de la Fuerza Laboral Religiosa, que permitiría a algunos inmigrantes "permanecer en EE.UU. mientras esperan la residencia permanente", potencialmente abordando ese problema.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.