Más de un millón de fieles católicos han acudido en masa a la Iglesia de Santa María la Mayor en Asís (Italia) durante los últimos meses para venerar las reliquias del futuro San Carlo Acutis.
El primer santo millennial de la Iglesia Católica será canonizado durante una Misa en la Plaza de San Pedro, el domingo 27 de abril.
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Muchos peregrinos visitarán la ciudad medieval de Umbría en una excursión de un día, desde Roma, para vivir la experiencia especial de estar cerca de un santo jovencísimo. Pero hay mucho más que ver y hacer en Asís y en el centro de Italia y sus alrededores, relacionado con Carlo Acutis y su amor por San Francisco.
Así que si planeas una peregrinación a Italia a finales de este mes para la canonización, durante el Jubileo de los Adolescentes, aquí tienes cinco actividades imprescindibles que te ayudarán a aprovechar al máximo esta ocasión trascendental y de gran significado espiritual. Puede que estas actividades no formen parte de tu itinerario de peregrinación, pero vale la pena el pequeño esfuerzo que supondría incorporarlas a tu viaje jubilar; te ayudarán a profundizar aún más en tu fe y a aumentar tu aprecio por Carlo Acutis y San Francisco de Asís.
1. Dedica tiempo a la oración y la reflexión dentro y fuera de Santa María la Mayor de Asís. Fray Enzo Fortunato —quien fue secretario de prensa de la Custodia General del Sagrado Convento de San Francisco antes de ser nombrado presidente del comité para el Día Mundial del Niño— explica que Francisco y Carlo, aunque separados por varios siglos, tienen mucho en común. La iglesia donde está enterrado Carlo marca el lugar donde San Francisco renunció a sus posesiones y a su estilo de vida mundano.
En una entrevista reciente con Associated Press, Fray Fortunato explicó que “la negación de privilegios es un paralelismo con San Francisco”, ya que Carlo era muy devoto del santo y, durante su corta vida, solía ayudar a los menos afortunados. Carlo, nacido en Londres en una familia adinerada y criado en la elegante Milán, animó a su familia a donar a los pobres.

Fray Fortunato también dijo que incluso la insistencia de Francisco en salir de las iglesias e ir a las plazas a predicar es un guiño a la comprensión de Carlo de que los espacios públicos actuales, especialmente para los jóvenes, son virtuales. Francisco se acercó a la gente en su época, y Carlo también. "Ahí es donde están los jóvenes, ahí es donde está la gente, por eso él vive y lleva el Evangelio en esas plazas. Esa es una de las razones por las que se convertirá en el patrón de la web, internet y las redes sociales", declaró el fraile.
Y San Francisco, aunque a menudo sólo se le identificaba como un amante de la creación, amaba tanto a Cristo en la Eucaristía que dedicó sus primeras obras de caridad a reparar y limpiar iglesias, como San Damián en Asís, para que fueran consideradas dignas de la Presencia Real. Carlo Acutis, conocido como el "influencer de Dios", utilizó sus habilidades tecnológicas para difundir información en línea sobre los milagros eucarísticos.
2. No te pierdas la histórica Catedral de San Rufino de Asís. Como digo en mi libro, Italy's Shrines and Wonders (Santuarios y Maravillas de Italia), Italia no es para ir con prisas, sobre todo si se busca una experiencia verdaderamente espiritual y transformadora. Desafortunadamente, con demasiada frecuencia, incluso los grupos de peregrinos se apresuran de un lugar religioso a otro sin tiempo suficiente para la reflexión, y a menudo pasan por alto lugares importantes relacionados con los santos que desean venerar.
San Rufino es uno de esos lugares. La catedral lleva el nombre del primer obispo y mártir de la ciudad, y el edificio original data del siglo VIII. La catedral no sólo alberga la pila bautismal donde fueron bautizados San Francisco y Santa Clara, sino que también es donde Clara escuchó por primera vez la predicación de Francisco.
Si esto no es suficiente para hacer que quieras visitar San Rufino, los devotos de Carlo harían mal en pasar por alto esta maravillosa catedral, ya que contiene reliquias importantes, incluido el corazón del joven santo, que se conserva en un relicario especial hacia el frente de la catedral.
3. Visita uno o más de los milagros eucarísticos que se conservan en el centro de Italia. En honor al amor de Carlo por la Eucaristía, visita uno o más lugares donde se produjeron milagros eucarísticos cerca de Asís. A una hora al sureste de Asís se encuentra el encantador pueblo de Casia, donde se encuentra la tumba de Santa Rita de Casia. Justo debajo de su tumba hay una hermosa capilla que contiene un relicario que muestra un milagro eucarístico ocurrido en el siglo XIV. A un sacerdote que dudaba de la Presencia Real se le pidió que llevara la Sagrada Comunión a un campesino enfermo. Irreverentemente, colocó la Hostia consagrada en su breviario en lugar de en un copón; y al llegar a su casa, descubrió que las páginas estaban manchadas de sangre y que la Hostia se había convertido en un coágulo. La página manchada de sangre puede venerarse en la basílica.

Ve en dirección opuesta, aproximadamente una hora al suroeste, para visitar el Duomo (catedral) de Orvieto, donde se venera el milagro eucarístico del Corpus Christi. El milagro ocurrió en el siglo XIII en la ciudad lacustre de Bolsena, al norte del Lacio. Otro sacerdote, con dificultades para su fe y dudas sobre la Eucaristía, celebraba la Misa cuando la Hostia sangró sobre el paño corporal, que ahora se conserva en la catedral de Orvieto. Este milagro dio origen a la solemnidad del Corpus Christi.
4. Visita La Verna, el lugar donde San Francisco recibió las llagas de Cristo: Para comprender plenamente la dedicación de Francisco a la oración y su acercamiento a Jesús, visita el santuario de La Verna. Aquí, en lo alto del Monte Penna, es donde Francisco, en medio de una formación rocosa única durante un período de intensa oración, recibió los estigmas. Hoy en día, el impresionante complejo religioso domina los hermosos valles del Arno y el Tíber e incluye varias iglesias, un centro de retiro y un museo. La Verna está a casi 90 minutos al norte de Asís.
5. Lee el testamento de San Francisco: Antes de morir, en 1226, San Francisco redactó lo que se conoce como Testamento. San Francisco, de nuevo, estaba tan dedicado a la Eucaristía que la mayor parte de sus esfuerzos por seguir las palabras de Cristo pronunciadas desde la cruz de San Damián —en la iglesia donde el Señor le dijo a Francisco que “reconstruyera su Iglesia”— se dedicaron a asegurar que las estructuras de la iglesia fueran dignas de recibir el Cuerpo y la Sangre del Señor. Según la Orden de los Frailes Franciscanos, o Frailes Menores, Francisco dictó el documento para que “pudiéramos observar de una manera más católica la Regla que hemos prometido al Señor”. Francisco, quien era diácono, tenía un gran respeto por los sacerdotes, pues reconocía su papel en la provisión de la Sagrada Comunión al pueblo de Dios.
Carlo y Francisco, ¡rueguen por nosotros!
Nota del editor: Este artículo es una traducción de una publicación de Teresa Tomeo en el blog del National Catholic Register. Las opiniones expresadas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor.
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