Días después de que el Gobierno argentino anunciara la colocación de un cerco en la frontera con Bolivia, la Comisión Episcopal de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes en Argentina se pronunció en defensa de quienes llegan desde otros países “buscando vivir dignamente”, y aseguró que en los migrantes “podemos ver el rostro de Dios”.
En el marco del “Plan Güemes” del Gobierno Nacional, y con el objetivo de fortalecer el control para combatir el narcotráfico y el contrabando, se construirá un cerco en la ciudad fronteriza de Aguas Blancas, en la provincia de Salta (Argentina), donde cada día se producen numerosos cruces ilegales hacia y desde Bolivia.
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La medida tiene el propósito de “encauzar el control fronterizo” para ofrecer “un entorno más seguro para todos”, argumentó el Gobernador de Salta (Argentina), Gustavo Sáenz, en su cuenta de X, y forma parte del mencionado plan, lanzado en diciembre de manera conjunta por el Gobierno Nacional y el provincial.
Ante el anuncio de esta medida, y “en tiempos donde la palabra pública tiene el poder de edificar o dividir”, la Pastoral de Migrantes reafirmó su compromiso “con un mundo en el que cada persona sea valorada en su dignidad y en su derecho a ser quien es”.
“Ninguna expresión que promueva la exclusión, la desigualdad o el desprecio hacia quienes piensan, sienten o viven de manera diferente construyen el futuro que anhelamos”, asegura en un comunicado.
“El amor de Dios no es selectivo ni excluyente. Nos abraza a todos, sin distinciones, y nos llama a reconocer en cada ser humano un hermano, una hermana, alguien digno de respeto y cuidado”, añade.
Asimismo, reafirma su cercanía y acompañamiento “a cada persona que ha dejado su país de origen, que llega a nuestro territorio o al de otros países buscando vivir dignamente. Cada una de ellas lleva consigo una historia, un anhelo, una esperanza, y merece ser recibida con dignidad y respeto”.
“El mundo de la migración nos ofrece la oportunidad de ver al hermano que piensa, siente, vive y actúa diferente, pero que al mismo tiempo es un igual en dignidad y derechos como persona”, asegura el comunicado.
En ese sentido, destaca que “en los migrantes podemos ver el rostro de Dios, y somos llamados por Él a amar a todas las personas en todas las diversidades. Mirando a los migrantes, podemos ver todas las pluralidades con las cuales podemos vivir, compartir y crecer”.
Finalmente, se dirige “a quienes creen en la construcción de un mundo más humano y fraterno”, animando a que “no dejemos de responder con amor, no dejemos de tender puentes donde se descalifica porque el otro piensa o sea distinto. Insistamos en construir desde el amor y la amistad social, porque solo así podemos avanzar hacia un futuro donde nadie sea descartado”.
Ante los cuestionamientos sobre la medida, Adrián Zigarán, interventor de Aguas Blancas, en diálogo con Radio Mitre se refirió a la situación de “descontrol” existente en la frontera, con unos 15.000 cruces ilegales por día.
El alambrado, de 200 metros de longitud y 2,5 metros de alto, se construirá desde la terminal de ómnibus del municipio hasta las oficinas de la Dirección Nacional de Migraciones, para fortalecer el control, y evitar el cruce y las actividades ilícitas, precisó.
Acerca del Plan Güemes, del que forma parte este proyecto, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación aseguraron que se trata de “una medida histórica para combatir los delitos federales en la frontera norte de Salta, con foco en los departamentos de Orán y Aguas Blancas, áreas estratégicas conectadas con Bolivia”.
El plan, que incluye también la militarización de la frontera, “es la única forma de ganar esta guerra sin cuartel contra el delito”, afirmaron.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia, al conocerse el anuncio de la construcción del alambrado, expresó “preocupación” y consideró que “los temas fronterizos deben ser tratados por medio de mecanismos de diálogo bilaterales” para coordinar soluciones.
“Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos”, advirtió.