El superior general de la Sociedad Misionera de San Pablo, P. Callistus Isara, abordó los desafíos que enfrenta la Iglesia Católica en Nigeria, incluida la persecución de los cristianos, y enfatizó la resistencia del mensaje del Evangelio.
En una entrevista con ACI África —agencia de EWTN News— en el marco de la conferencia sobre “El Concilio Vaticano II 60 años después y la Iglesia en Nigeria”, el P. Callistus Isara destacó el crecimiento de la Iglesia, al tiempo que advirtió que “es necesario profundizar más en esta fe, para que la espiritualidad coincida con la vida de la gente”.
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Sobre la dolorosa persecución que padecen los cristianos por parte de grupos islamistas, el P. Isara señaló que son “una semilla que ha sido sembrada. Dios la regará y la Iglesia se expandirá aún más en estas áreas de persecución”.
“Pueden bombardear iglesias y sacerdotes, pero no pueden destruir el Evangelio de Jesucristo”, aseguró a ACI África el lunes 19 de enero.
“La sangre de los mártires es la semilla de la fe cristiana. Siempre que la gente persigue a la Iglesia, pensando que la van a eliminar, es cuando la Iglesia crece aún más”, añadió.
El P. Isara también pidió un renovado enfoque en la catequesis y el crecimiento espiritual dentro de la Iglesia Católica en Nigeria, enfatizando la necesidad de profundizar la fe, especialmente en medio de la persecución. “La Iglesia, con suerte, por la gracia de Dios, seguirá creciendo”, reiteró.
El sacerdote lamentó que haya un declive de la catequesis en los últimos años. “Cuando era niño, todos los domingos por la noche volvíamos a la iglesia para la catequesis. Había una enseñanza de la doctrina. Necesitamos restaurar la Iglesia a ese nivel”, señaló.
Hablando sobre la importancia de las vocaciones, el presbítero nigeriano de 59 años instó a los jóvenes que están considerando el sacerdocio o la vida religiosa a abrazar el llamado.
“El Señor dice que la mies es abundante, pero los trabajadores son pocos. Nunca podemos tener suficientes sacerdotes en esta vida. Si hay jóvenes hoy que quieren ser sacerdotes, bienvenidos a bordo”, dijo.
El P. Isara expresó su optimismo sobre el futuro de la Iglesia en Nigeria, y alentó a profundizar en la fe y aceptar los sacrificios necesarios para el crecimiento espiritual.
“Nadie puede encadenar a la Iglesia. Nadie puede matar el Evangelio. San Pablo y Silas estaban encadenados en prisión, pero Dios los rescató porque la palabra de Dios no podía ser encadenada”, afirmó.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en ACI África.