Este sábado 18 de mayo, tras encontrarse con los jóvenes de Verona, el Papa Francisco se trasladó hasta el estadio Arena, donde respondió a varias preguntas ante once mil personas.

El evento estuvo marcado por varios espectáculos musicales y por el testimonio de hombres y mujeres procedentes de diferentes países que dirigieron sus preguntas al Papa Francisco acerca de temas como el liderazgo, la inmigración o la paz. 

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¿Qué tipo de liderazgo debe tener?

En primer lugar, una mujer preguntó al Papa Francisco acerca de qué tipo de liderazgo puede desarrollar, y el Santo Padre resaltó que donde hay “un individualismo fuerte, desaparece la comunidad”.

Asimismo, aseguró que sentirse como “un héroe” envenena la autoridad. Por ello, afirmó que si la idea que tenemos de un líder es la de una persona solitaria que decide, “entonces estamos teniendo una visión empobrecida”, que además acaba con las ideas creativas.

“Ninguno existe sin los otros, ninguno puede hacer todo solo. La autoridad que necesitamos es aquella que está en grado de reconocer sus propias fortalezas y límites”, aseguró.

En este sentido, señaló que la autoridad es sobre todo “colaborativa” y que "en una sociedad, si no hay participación, las cosas no funcionan”, precisó.

¿Cómo podemos ayudar a los migrantes?

Más tarde, una mujer de Médicos sin Fronteras preguntó al Papa Francisco acerca de la migración y de cómo construir la paz y escuchar a las víctimas. 

El Pontífice destacó que “es el Evangelio el que nos dice que nos pongamos del lado de los pequeños, de los débiles, de los olvidados” y que Jesús “rompe convenciones y prejuicios”.

“Para poner fin a todas las formas de guerra y violencia, debemos estar al lado de los pequeños, respetar su dignidad, escucharlos y hacer que su voz pueda oírse sin ser filtrada”, señaló el Pontífice.

También, les animó a “conocer a los pequeños y compartir su dolor. Y tomar partido a su lado contra la violencia de la que son víctimas, alejándonos de la indiferencia y de sus justificaciones”.

Según el Santo Padre, “es la conversión que cambia nuestras vidas y el mundo”. También denunció el trabajo “de esclavos” que hacen muchos niños para poder ganarse la vida y lamentó el “sufrimiento” de los pequeños, del que “todos somos responsables”.

Afirmó que “podemos ganar el premio Nobel de Poncio Pilato”, porque somos expertos en “lavarnos las manos”. 

¿Cómo encontrar justicia y cuidar la tierra?

A continuación, dos mujeres ecologistas le preguntaron acerca del cuidado de la tierra y la justicia en las sociedades. 

En su respuesta, el Papa Francisco aseguró que “la revolución digital de los últimos años nos ha permitido estar constantemente conectados” y precisó que “deberíamos disponer de más tiempo y, en cambio, nos encontramos siempre con prisas, persiguiendo la urgencia de última hora”. 

“El enorme desafío que tenemos ante nosotros es ir contracorriente para redescubrir y preservar estos ritmos naturales. Para poder hacerlo, es importante construir los contextos en los que esto pueda experimentarse, es decir, las relaciones y los lugares”, expresó.

¿Cómo aprender a vivir el conflicto de manera sana y constructiva? 

El Santo Padre lamentó que en la actualidad “hay conflictos y tensiones” y afirmó que “la ausencia de conflicto no significa que haya paz, sino que se ha dejado de vivir, de pensar, de gastarse por aquello en lo que se cree”. 

Más tarde, señaló que “a menudo tenemos la tentación de pensar que la forma de salir de los conflictos y las tensiones es eliminarlos: los ignoro, los oculto, los margino. Al hacerlo, amputo a la realidad una parte incómoda pero también importante”. 

El Santo Padre aseguró que “no hay que tener miedo a los conflictos” e instó al “diálogo” y a la escucha para poder “madurar lo vivido”.

Sobre la guerra en Tierra Santa

Especialmente emocionante fue el testimonio que dio un joven cuyos padres fueron asesinados el 7 de octubre en Israel y el de un palestino que ha perdido a su hermano en la guerra, preguntaron al Papa Francisco por la paz. 

Tras abrazarlos, el Pontífice aseguró emocionado que su sufrimiento es el mismo de todos los pueblos y destacó que ambos han tenido la valentía de abrazarse. En esta línea, afirmó que “abrazarse” es un proyecto del futuro. 

Más tarde, el Papa Francisco pidió un instante de silencio para rezar por la paz y animó a cada uno a comprometerse a hacer algo para acabar con las guerras. 

Asimismo, pidió no dejar de sembrar la paz y hacerse espectadores de la guerra llamada “inevitable”.