Un histórico evento, que tan sólo ocurre una vez cada 25 años en la Iglesia Católica, ha tenido lugar hoy en la Basílica de San Pedro del Vaticano. El Papa Francisco ha convocado oficialmente el Jubileo Ordinario de la Esperanza 2025 al leer la bula “Spes non confundit” (La esperanza no defrauda).

Una bula indica la duración, fechas de apertura y cierre, y modalidades de desarrollo del magno evento. Además, permite conocer el espíritu de la convocatoria, las intenciones y los frutos esperados por el Pontífice.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

A continuación, te presentamos todos los detalles importantes sobre este significativo documento.

La estructura del documento presenta 25 puntos esenciales

El documento presenta 25 puntos esenciales, divididos a su vez en cinco apartados: Una palabra de esperanza; un camino a la esperanza; signos de esperanza; llamamientos a la esperanza; y anclados en la esperanza. 

Presenta los deseos e invitaciones del Papa Francisco  

En esta bula, el Papa Francisco también realiza diversas invitaciones a los fieles y les anima a que sean signos de esperanza especialmente para los pobres, refugiados, jóvenes, presos y ancianos. 

Asimismo, transmite algunos deseos concretos para el Jubileo 2025, que incluye abrir una Puerta Santa en una cárcel, que todos los cristianos celebren la Pascua en la misma fecha, o que en este tiempo se realice un acto ecumenico que transmita los testimonios de los mártires. 

Insta además a que la indulgencia jubilar se realice especialmente por las almas de aquellos que han dejado la vida terrenal, invita especialmente a rezar a la Virgen María en los santuarios y espera que este Jubileo permita a las personas recuperar la confianza necesaria en la Iglesia y en la sociedad.

Contiene las fechas relevantes de todo el Jubileo  

El Papa Francisco ha confirmado que la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro del Vaticano se abrirá el 24 de diciembre de este año 2024, dando inicio así al Jubileo ordinario de la Esperanza. 

El domingo sucesivo, 29 de diciembre de 2024, reabrirá la Puerta Santa de la Catedral de San Juan de Letrán. A continuación, el 1 de enero de 2025, Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, se abrirá la Puerta Santa de la Basílica papal de Santa María la Mayor. 

Y, por último, el domingo 5 de enero se abrirá la Puerta Santa de la Basílica papal de San Pablo extramuros. Estas últimas tres Puertas Santas se cerrarán el domingo 28 de diciembre del mismo año. 

El Papa insta además a que el domingo 29 de diciembre de 2024, en todas las catedrales y concatedrales, los obispos diocesanos celebren la Eucaristía como apertura solemne del Año jubilar, según el ritual que se preparará para la ocasión. 

Asimismo, indica que el Año Santo, finalizará en las iglesias particulares el domingo 28 de diciembre de 2025 y que se clausurará en Roma con el cierre de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro el 6 de enero de 2026, Epifanía del Señor. 

Contiene un deseo especial: abrir una Puerta Santa en la cárcel

Con la publicación de la bula, el Santo Padre señala que, para ofrecer a los presos un signo concreto de cercanía, desea abrir él mismo “una Puerta Santa en una cárcel a fin de que sea para ellos un símbolo que invite a mirar al futuro con esperanza y con un renovado compromiso de vida”.

Brinda un mensaje para los “Peregrinos de la Esperanza”

El Papa Francisco se dirige al inicio de este documento de 11 páginas a todos los “peregrinos de la esperanza” que viajarán a Roma durante el 2025, sin olvidarse de aquellos que no podrán hacerlo por diversas circunstancias.

A lo largo del documento, el Santo Padre reflexiona sobre los diferentes ámbitos de la esperanza, tomando como hilo conductor las palabras que el apóstol Pablo escribió a los cristianos de Roma.

¿Y qué fruto espera el Papa de este Jubileo?: “Que sea para todos ocasión de reavivar la esperanza”, escribió, y luego recordó que esta virtud “nace del amor y se funda en el amor que brota del Corazón de Jesús traspasado en la cruz”. Al mismo tiempo, afirmó que la esperanza “se renueva siempre y se hace inquebrantable por la acción del Espíritu Santo”.

El Santo Padre recordó también que la paciencia, fruto del Espíritu Santo, “mantiene viva la esperanza y la consolida como virtud y estilo de vida”. 

Invita a los fieles a visitar Roma y prepararse para el Jubileo de 2023

La vida del cristiano es un camino de peregrinación constante, recuerda Pontífice, quien aprovecha esta ocasión para dirigir una invitación particular a visitar Roma “a los fieles de las Iglesias orientales, en especial a aquellos que ya están en plena comunión con el Sucesor de Pedro”.

Además, precisa que el Jubileo de 2025 orientará el camino hacia otro aniversario fundamental para todos los cristianos: en el 2033 se celebrarán los dos mil años de la Redención realizada por medio de la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesús.

Presenta los “signos de esperanza” que deben ser alcanzados

El Papa Francisco enumera diferentes “signos de esperanza”, que pueden traducirse como “deberes” o encomiendas que hace al pueblo de Dios. 

En primer lugar, pide paz en el mundo y para ello dirige las siguientes preguntas: “¿Qué más les queda a estos pueblos que no hayan sufrido ya? ¿Cómo es posible que su grito desesperado de auxilio no impulse a los responsables de las Naciones a querer poner fin a los numerosos conflictos regionales, conscientes de las consecuencias que puedan derivarse a nivel mundial? ¿Es demasiado soñar que las armas callen y dejen de causar destrucción y muerte?”.

En otro punto, el Santo Padre remarca la necesidad de recuperar el deseo de transmitir la vida, perdido a causa de los “ritmos frenéticos”. Señala la preocupante disminución de la natalidad y urge a que se fomente “el deseo de los jóvenes de engendrar nuevos hijos e hijas, como fruto de la fecundidad de su amor”.

No se olvida tampoco de los presos ni de los enfermos, así como de los migrantes y los exiliados, desplazados y refugiados: “Que la comunidad cristiana esté siempre dispuesta a defender el derecho de los más débiles. Que generosamente abra de par en par sus acogedoras puertas, para que a nadie le falte nunca la esperanza de una vida mejor”.

Además, resaltó el cuidado de los ancianos, abuelas y abuelos que representan la transmisión de la fe. Por tanto, implora “de manera apremiante, esperanza para los millares de pobres que carecen con frecuencia de lo necesario para vivir”.  

Más adelante, apoyó la creación de un “Fondo mundial” para acabar con el hambre e instó a las naciones más ricas a que “reconozcan la gravedad de tantas decisiones tomadas y determinen condonar las deudas de los países que nunca podrán saldarlas”.

También invitó a que, durante el Año Santo, se conmemoren los 1700 años de la celebración del primer gran Concilio de Nicea, “que marcó un hito en la historia de la Iglesia”- Pidió que este evento sirva como ejemplo para trabajar en la sinodalidad y unión entre los cristianos. 

El documento invita a celebrar una Pascua común entre todos los cristianos

Además, reiteró su deseo de que todos los cristianos celebren la Pascua en las mismas fechas, algo que, recuerda, ocurrirá precisamente en el 2025. “Que este acontecimiento sea una llamada para todos los cristianos de Oriente y de Occidente a realizar un paso decisivo hacia la unidad en torno a una fecha común para la Pascua”. 

Explica las razones de nuestra esperanza cristiana

El Pontífice también subrayó que la certeza de que Cristo resucitó y de que hay vida eterna, constituye la base de la esperanza cristiana. Según el Papa Francisco, “el Jubileo nos ofrecerá la oportunidad de redescubrir, con inmensa gratitud, el don de esa vida nueva recibida en el Bautismo, capaz de transfigurar su dramaticidad”.

Promueve una celebración ecuménica en honor al testimonio de los mártires

El documento resalta ejemplo a los mártires y asegura que necesitamos “conservar su testimonio para hacer fecunda nuestra esperanza”. “Durante el Jubileo, por lo tanto, mi vivo deseo es que haya una celebración ecuménica donde se ponga de manifiesto la riqueza del testimonio de estos mártires”, escribió el Pontífice.

Otorga detalles sobre la indulgencia jubilar

El Papa Francisco también reflexiona sobre la verdadera felicidad y cita una realidad vinculada con la vida eterna: el juicio de Dios. Además, insiste en la necesidad de rezar “por quienes han finalizado su camino terreno” y remarca que “la indulgencia jubilar, en virtud de la oración, está destinada en particular a los que nos han precedido, para que obtengan plena misericordia”. 

Respecto a la indulgencia, el Papa Francisco anima a los fieles a acercarse al sacramento de la penitencia y a redescubrir la belleza “ del sacramento de la sanación y la alegría, la belleza del perdón de los pecados”.

Para borrar las “huellas” de los pecados, indica que “la Penitenciaría Apostólica se encargará de emanar las disposiciones para poder obtener y hacer efectiva la práctica de la indulgencia jubilar”.

Además, invitó a los Misioneros de la Misericordia a que durante el Jubileo “ejerciten su ministerio, devolviendo la esperanza y perdonando cada vez que un pecador se dirige a ellos con corazón abierto y espíritu arrepentido”.

Invita a rezar en los santuarios

Antes de finalizar, el Papa Francisco pidió que durante el Jubileo 2025 “los santuarios sean lugares santos de acogida y espacios privilegiados para generar esperanza”. 

“Invito a los peregrinos que vendrán a Roma a detenerse a rezar en los santuarios marianos de la ciudad para venerar a la Virgen María e invocar su protección”, escribió.

El documento tiene un último llamado

Finalmente, el Papa añade una última petición: “Que este Jubileo ayude a recuperar la confianza necesaria —tanto en la Iglesia como en la sociedad— en los vínculos interpersonales, en las relaciones internacionales, en la promoción de la dignidad de toda persona y en el respeto de la creación”.