En un nuevo comunicado sobre el caso de Mons. Salvador Rangel Mendoza, Obispo Emérito de Chilpancingo-Chilapa, quien fuera reportado como desaparecido para luego ser hallado en un hospital público, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hizo un llamado a “que se eviten conjeturas y especulaciones que enrarecen el caso de forma innecesaria”. 

Los obispos mexicanos precisaron que “apenas tenga las condiciones de salud requeridas, el mismo señor Obispo Salvador Rangel rendirá su declaración e informará oportunamente”.

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“De momento –añade el comunicado–, su estado de salud es reservado y se están siguiendo las indicaciones médicas”.

Por otro lado, los obispos agradecieron “la genuina preocupación” que muchos han expresado “sobre la temporal desaparición y ahora sobre el estado de salud del Obispo emérito”.

Los prelados se mostraron confiados “en las Instituciones y eso nos lleva a dejar en manos de las autoridades la investigación correspondiente”. Por lo pronto, hicieron un llamado a los católicos de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa a “que no dejen de orar por quien en su momento fue su pastor”.

¿Qué se sabe de la desaparición de Mons. Salvador Rangel Mendoza?

Este 29 de abril la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un comunicado cerca de las 4:00 p.m. (hora local), alertando sobre la desaparición de Mons. Rangel Mendoza, y solicitando la “decidida intervención” de las autoridades gubernamentales en su búsqueda.

Horas más tarde, la misma CEM informó que el obispo fue encontrado en el Hospital General Dr. José G. Parres, perteneciente al sistema de salud pública del Estado de Morelos, en la ciudad de Cuernavaca. Esta información fue confirmada por la Fiscalía General del Estado de Morelos.

El prelado luego pidió el alta voluntaria del hospital público y fue admitido en un centro médico privado.

Sin embargo, las autoridades civiles han dado versiones que difieren entre sí sobre lo que le habría ocurrido al prelado mexicano.

Uriel Carmona Gándara, fiscal general del estado de Morelos, declaró a medios de comunicación el 29 de abril que “preliminarmente lo que tenemos es que pudo haberse tratado de un secuestro exprés”. 

Esta modalidad de crimen implica un secuestro de corta duración con el fin de obtener dinero de la víctima o de su familia en un espacio de pocas horas. Según ha trascendido en la prensa local, durante la desaparición del prelado se produjeron movimientos sospechosos en sus cuentas bancarias.

Por su parte, este 2 de mayo, el Comisionado de Seguridad de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, declaró a medios de comunicación locales que no existen elementos para suponer un secuestro exprés contra el obispo Rangel Mendoza.

“Las evidencias que hay en el caso ya se las dimos a la fiscalía. Hasta donde sabemos entró voluntariamente al hotel, con una persona del mismo sexo, y esa persona después se retiró”, señaló Ortiz Guarneros.

De acuerdo a informes médicos a los que tuvieron acceso medios locales, en el cuerpo del prelado se encontró presencia de cocaína, una droga ilegal que actúa como estimulante, y benzodiacepinas, sustancias con efecto sedante.

Esto parece coincidir con las declaraciones a la prensa del abogado de Mons. Rangel Mendoza, Pedro Martínez Bello, que indicó el 30 de abril que, de acuerdo a información de los médicos, al sacerdote “le suministraron alguna sustancia, alguna droga” durante el presunto secuestro exprés.

En las últimas horas se conoció que Martínez Bello dejó el caso de Mons. Rangel Mendoza en manos de los abogados de la Diócesis de Cuernavaca.