Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua y esposa del dictador Daniel Ortega, atacó a la Iglesia Católica al cumplirse 6 años de las protestas contra el régimen de abril de 2018.
La actual crisis en Nicaragua comenzó en 2018, cuando la reforma del sistema de salud y de pensiones suscitó protestas en todo el país, que fueron reprimidas brutalmente por la policía. En ellas, obispos y sacerdotes recibieron amenazas de muerte.
Murillo señaló que “hace ya 6 años, la cizaña y la guadaña pretendían penetrarnos, por órdenes expresas del gobierno de Estados Unidos, la embajada americana, y otras comparsas, de sectores de la Iglesia Católica, de sectores de empresarios cobardes, y de los heraldos negros que sólo querían y presagiaban muerte, destrucción”.