La presidencia del Episcopado colombiano y los obispos de los departamentos de Nariño y Cauca hicieron un llamado urgente a lograr el desescalamiento de la violencia en ambas regiones y llevar a las poblaciones afectadas la atención humanitaria que necesitan.
El llamado fue expresado a través de un comunicado firmado por los obispos de ambos departamentos, ubicados en la costa sur del Pacífico colombiano, y por los miembros de la presidencia de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC).
Hace unos días, Caracol informó que los enfrentamientos entre grupos armados en la zona rural del municipio de Balboa, en Cauca, obligaron al desplazamiento de unas 270 personas, quienes han tenido que ser instaladas en un albergue temporal.