En Haití, desde el pasado domingo 3 de marzo, “la situación es aterradora”, según expresó la Hna. Marcella Catozza, una religiosa franciscana, a la agencia vaticana Fides. El país caribeño vive una crisis de violencia y de inseguridad sin precedentes. Además, se desconoce el paradero del primer ministro Ariel Henry.
El fin de semana pasado, miembros armados de bandas criminales invadieron las dos cárceles más grandes del país, liberaron a los reclusos y desataron una explosión de violencia que obligó a las autoridades a decretar un toque de queda nocturno y a declarar estado de emergencia durante 72 horas.
El gobierno haitiano manifestó que concentraría sus esfuerzos en encontrar a los fugados y ordenó a la policía “que utilizara todos los medios legales a su disposición para hacer cumplir el toque de queda y detener a todos los infractores”.