El Papa Francisco se dirigió a los niños del mundo con motivo de la primera Jornada Mundial de los Niños, que se celebrará en Roma del 25 al 26 de mayo, para recordarles que la clave de la felicidad es la oración y una relación personal con Cristo.
“Para ser realmente felices es necesario rezar, rezar mucho, todos los días, porque la oración nos conecta directamente con Dios, nos llena el corazón de luz y de calor y nos ayuda a hacer todo con confianza y serenidad”, escribió en su carta del 2 de marzo dirigida a los niños del mundo.
El Papa siguió esta reflexión pidiendo a los niños que recen el Padrenuestro “todas las mañanas y todas las tardes, y también en familia, con sus padres, hermanos, hermanas y abuelos”. Pero instó a los niños a no simplemente recitar las palabras “como una fórmula”, sino “pensando en las palabras que Jesús nos ha enseñado”.