En la apertura del 95º año judicial del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano, el Papa Francisco enfocó su discurso en el coraje, virtud a la que calificó de esencial para enfrentar las dificultades no sólo de la administración de justicia, sino a lo largo de la vida cristiana.
Para esta ocasión, el Santo Padre encomendó la lectura del discurso a un asistente debido a una bronquitis que lo ha afectado desde hace varios días.
“Para los cristianos, esta virtud, que en las dificultades, unida a la fortaleza, asegura la constancia en la búsqueda del bien y capacita para enfrentar la prueba, no representa sólo una cualidad especial del alma característica de algunas personas heroicas. Es más bien un rasgo que se da y se potencia en el encuentro con Cristo, como fruto de la acción del Espíritu Santo que cualquiera puede recibir, si lo invoca”, explicó este sábado 2 de febrero ante una audiencia de magistrados al servicio de la Santa Sede.