La coronación de espinas no era un castigo común que los romanos aplicaban en contra de los condenados a muerte. Fue una invención de los soldados, diseñada para humillar cruelmente al Señor. En el tercer misterio doloroso del Rosario recordamos este episodio pero, ¿cómo pueden los cristianos profundizar aún más en este hecho y meditar en su significado más profundo?
John Grondelski, Doctor en Teología por la Universidad de Fordham (Estados Unidos), escribe para el National Catholic Register que, en un sentido teológico, la coronación de espinas “señala los pecados del pensamiento y de la mente”. Este episodio de la Pasión de Jesús se narra en todos los Evangelios, menos en el de San Lucas.
Precisamente, escribe el autor, es el Evangelio de San Juan el que “agrega un elemento importante” para meditar sobre el hecho.