Al presidir el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro del Vaticano en el primer Domingo de Cuaresma, el Papa Francisco alentó a los fieles a “entrar en el desierto interior” durante este tiempo para combatir las “bestias salvajes” de los vicios, la avaricia, la vanidad y la codicia.
Recordando el Evangelio de hoy, tomado de Marcos 1,12-15, el Santo Padre recordó que Jesús permaneció en el desierto cuarenta días, tentado por Satanás”, donde “estaba con las bestias salvajes y los ángeles le servían”.
“También nosotros estamos invitados en Cuaresma a ‘entrar en el desierto’, es decir, en el silencio, en el mundo interior, en la escucha del corazón, en contacto con la verdad”, indicó el Papa Francisco.