Iglesia en Polonia aún no recupera el nivel de asistencia a Misa anterior a la pandemia

Por Eduardo Berdejo

20 de diciembre de 2023

Dic 20, 2023

Las últimas cifras difundidas por la Conferencia Episcopal de Polonia muestran que si bien ha habido un ligero aumento en la asistencia a las Misas, el porcentaje aún se encuentra por debajo del nivel registrado antes de la pandemia del covid-19.

De acuerdo al Annuarium Statisticum Ecclesiae del 2022, del Instituto de Estadística de la Iglesia Católica (ISKK, por sus siglas en polaco), durante dicho año el porcentaje de fieles que concurrieron a la Misa dominical fue de 29,5%, aumentando en 1,2% con respecto a 2021.

Sin embargo, Notes from Poland Fundation ha recordado que en 2019 —antes del inicio de la pandemia— la asistencia a la Eucaristía era de 36,9%.

En ese sentido, advirtió que “continúa una disminución a largo plazo en la asistencia a la iglesia entre los católicos polacos, cuyo número como proporción de la población está disminuyendo”.

Una situación similar ocurre con el porcentaje de católicos polacos que se acercan a recibir la Comunión.

De acuerdo al ISKK, en el 2022 el 13,9% de los fieles se han acercado a recibir la Eucaristía, aumentando en 1% con respecto al 2021.

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Notes from Poland ha indicado que ello también está por debajo del nivel del 2019, que fue del 16,7%.

Disminución de católicos en Polonia

En su artículo, la Fundación ha señalado que si bien Polonia sigue siendo un país mayoritariamente católico, en los últimos años el porcentaje también ha ido disminuyendo, en parte a causa de los escándalos de abusos sexuales.

En ese sentido, mientras hace una década el 88% de la población se consideraba católica, el último censo nacional ha mostrado que para el 2021 el porcentaje es del 71%.

La nota recordó que en 2021 el subdirector del ISKK, Marcin Jewdokimow, explicó que en el 2022 se esperaba un repunte en la participación de los fieles luego de la pandemia, pero reconoció que las cifras reflejan “cambios socioculturales a largo plazo” que han visto una “reconfiguración del catolicismo y del lugar de la religión en el espacio público”.