Al recibir a la delegación de los donantes del árbol de Navidad y del nacimiento o belén que estarán en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa Francisco alentó a hacer silencio y oración ante el nacimiento, también el que está en cada casa, para escuchar a Jesús.
En el Aula Pablo VI, el Pontífice saludó “a la delegación de Rieti, en cuyo territorio se han realizado las representaciones de la Natividad, y a la del municipio de Macra, en la provincia de Cúneo, de donde, precisamente del Valle Maira, procede el abeto blanco elegido como árbol de Navidad”.
“El belén instalado en la Plaza de San Pedro quiere evocar, después de ochocientos años, el ambiente navideño del año 1223 en el Valle de Rieti, donde estuvo San Francisco. Su viaje a Tierra Santa aún estaba vivo en su mente y las grutas de Greccio le recordaban el paisaje de Belén”, continuó el Santo Padre.