“Sólo el amor es creíble —recordó a los ordenandos—, y vosotros lo seréis si os lanzáis al océano del amor divino, a la escucha de la Palabra de Dios, a los sacramentos y al servicio, aprendiendo de todos”.
Mencionando a cada uno por su nombre, el obispo señaló también que “Él nos ama como el Padre ama al Hijo, o sea sin límites y sin medida. Su muerte en la cruz por amor, por nosotros sus amigos, es la prueba incontestable. De este mismo modo, Jesús ama a cada uno de nosotros y hoy lo repite a estos queridos elegidos para el diaconado”.
“La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies”. Recordando estas palabras de Jesús, Mons. Ferrada añadió: “Vosotros sois la respuesta a la oración incesante de tantas personas en la Iglesia, comenzando por vuestros seres queridos: la madre, el padre, los abuelos, los tíos, los amigos y la comunidad cristiana, los sacerdotes y religiosos, todos los que os han generado en la fe”.