Mons. Hansen relató su experiencia en un correo electrónico dirigido a los feligreses. El obispo compartió cómo emprendió un viaje de evacuación de 12 horas desde Yellowknife a Grande Prairie, Alberta, para refugiarse donde su familia, tras verse obligado a huir de la amenaza de los incendios.
El mensaje fue posteriormente reproducido en The BC Catholic, una publicación semanal en la Columbia Británica.
Mons. Hansen destacó la situación diversa de los evacuados, mencionando: “Soy uno de los evacuados afortunados que tiene familia en Alberta, por lo que me siento muy cómodo quedándome en la casa de mi sobrina y su esposo. Ese no es el caso de todos los que se vieron obligados a marcharse”.