“Es él el catalizador de la unidad de una sociedad como la venezolana, donde la confrontación y la exclusión del otro se proponen como el camino a seguir”, continuó el Purpurado. “Su encanto y su devoción van más allá de la vivencia cristiana. Por esta razón atrae a personas de distintas confesiones, incluso no creyentes, generando importantes conversiones en el campo de la convivencia, proponiendo la fraternidad y el servicio como el camino hacia el verdadero progreso material y espiritual”, destacó.
“Los invito a visitar la exposición, la primera que se realiza fuera de Venezuela”, afirma el Cardenal Porras, y aprovecha para agradecer a los responsables de que pudiera llevarse a cabo. “Allí se puede apreciar una forma de vivir la fe que promueve el bien común, la reconciliación y la construcción de la paz social. Presentar la vida y obra del beato en el Meeting de Rímini es un canto que nos ayuda a promover el encuentro en la diversidad de posturas que nos lleva a la igualdad integral y a la paz”.
Por su parte, José Manuel Colmenares, médico venezolano, presente también en el panel de conferencistas, señaló que desde hace más de un siglo en el país se busca la intercesión del beato para problemas de salud, y contó una anécdota propia sobre cómo sus padres lo encomendaron a José Gregorio a muy corta edad. Colmenares es director de la ONG Clínica, que en Venezuela brinda atención médica a miles de personas cada año.
