Al finalizar el Ángelus de este domingo 13 de agosto, el Papa Francisco lamentó un "trágico" naufragio en el Mediterráneo, donde 40 personas han perdido la vida.
El Santo Padre aseguró que ha rezado por las víctimas y afirmó que "con dolor y vergüenza hay que decir que desde principios de año ya son casi dos mil los hombres, mujeres y niños que han muerto en este mar intentando llegar a Europa".
Para el Pontífice, esto "Es una herida abierta de nuestra humanidad" y por ello alentó "los esfuerzos políticos y diplomáticos que tratan de curarla con espíritu de solidaridad y fraternidad, así como los esfuerzos de todos los que trabajan para evitar los naufragios y rescatar a los migrantes".