La Diócesis de Teruel y Albarracín (España) se pronunció y tomó una serie de acciones después de que una feligrés denunciara ante la autoridad eclesial y civil a un sacerdote de alrededor de 60 años por tocamientos indebidos.
La presunta víctima, de cerca de 30 años, se acercó directamente al Obispo para dar su versión de los hechos. En un comunicado difundido este 3 de agosto, la Diócesis señaló que su pastor, Mons. José Antonio Satué, "la recibió con máximo respeto y credibilidad", y le brindó apoyo y asistencia.
Tras varios encuentros con la víctima y el sacerdote en cuestión, el Prelado tomó la decisión de suspender al clérigo de sus funciones pastorales. "Decisión que ya se hizo efectiva", acotó la Iglesia local.