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El Viaje Día a Día / Últimas Noticias - Día 1

Día 1: 11 de septiembre



Juan Pablo II llega a Eslovaquia y advierte sobre pobreza moral de riqueza material

VATICANO, 11 Set. 03 (ACI).-Visiblemente cansado, pero con un enérgico llamado a defender las profundas países cristianas del país ante el horizonte del desarrollo económico, el Papa Juan Pablo II llegó a Bratislava, capital de Eslovaquia, en su tercera visita a esta nación europea.

El Santo Padre fue recibido en el aeropuerto por las autoridades civiles, religiosas y militares, a las que saludó así como a “todos los hijos e hijas de Eslovaquia, junto con los representantes de las minorías nacionales y de otras religiones”.

El Pontífice leyó solamente el primero y el último párrafo de su discurso, y dejó que la parte central del texto fuera leída por un joven sacerdote local.

“Me gustaría poder encontrarme y hablar con todos y cada uno, visitar a todas las familias, recorrer vuestro hermoso territorio, ir a todas las comunidades eclesiales de esta nación tan amada”; dijo el discurso del Pontífice.

“La historia civil y religiosa de Eslovaquia -prosiguió- se ha escrito también con la aportación de los testigos heroicos y dinámicos del Evangelio. Quiero rendir aquí un grato homenaje a todos ellos”. “Pienso obviamente en los gloriosos hermanos de Tesalónica, los santos Cirilo y Metodio, apóstoles de los pueblos eslavos, pero pienso también en los otros servidores generosos de Dios y de los hombres, que han ilustrado con sus virtudes estas regiones”, agregó.

“A ellos se unen ahora el obispo Vasil Hopko y sor Zdenka Schelingová, que tendré la alegría de incluir el domingo próximo en el Libro de los Beatos”, dijo el Santo Padre.

Riqueza material, pobreza espiritual

El discurso del Pontífice abordó luego el tema de la integración de Eslovaquia a la Unión Europea. Al respecto, señaló: “Dentro de poco vuestro país entrará a formar parte a pleno título de la comunidad de los pueblos europeos. ¡Aportad a la construcción de la identidad de la nueva Europa la contribución de vuestra rica tradición cristiana! No os contentéis únicamente con la búsqueda de ventajas económicas”.

“Una gran riqueza, efectivamente, puede crear una gran pobreza”, advirtió Juan Pablo II; destacando que “solamente edificando, incluso con sacrificio y dificultades, una sociedad que respete la vida humana en todas sus expresiones, que promueva la familia como lugar del amor recíproco y del crecimiento de la persona, que busque el bien común y preste atención a las exigencias de los más débiles, se tendrá la garantía de un futuro fundado en bases sólidas y ricas de bien para todos”.

Evitando esfuerzos innecesarios

Al referirse a la asistencia de un sacerdote para leer la mayor parte de su discurso en eslovaco, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, explicó a los periodistas que “no obstante el Papa hubiera querido seguir leyendo su discurso, me parece lógico que si de alguna manera se le pueden evitar esfuerzos en este viaje, se le eviten”.

Navarro-Valls recordó también que no era ésta la primera vez que el Santo Padre no acababa un discurso, aunque precisó que probablemente era la primera vez que ocurría durante una ceremonia de bienvenida.

Finalizado el acto, el Santo Padre se trasladó a la Nunciatura apostólica, donde alrededor de las 12:30 p.m. –hora local- se reunió con el Presidente de la República, Rudolf Schuster. Después recibió en audiencias separadas al Presidente del Consejo Nacional Eslovaco, Pavol Hrusovsky y al Primer Ministro, Mikulas Dzurinda.

Juan Pablo II visitó Bratislava en 1990, cuando formaba parte de Checoslovaquia. El 1 de enero de 1993 Checoslovaquia se dividió, pacíficamente, en dos naciones independientes, la República Checa y la República Eslovaca. El Santo Padre estuvo de nuevo en Eslovaquia del 30 de junio al 3 de julio de 1995. A lo largo del viaje actual, el Papa visitará las diócesis en las que no ha estado todavía.


Emotiva reflexión del Papa en histórica Catedral eslovaca

VATICANO, 11 Set. 03 (ACI).-El jueves 11 por la tarde, el Papa Juan Pablo II se trasladó en papamóvil desde la Nunciatura Apostólica de Bratislava a la pequeña pero emblemática Catedral de Trnava, dedicada a San Juan Bautista, donde llamó a cultivar el sentido de la presencia de Dios.

El templo, que apenas acoge a 400 personas, es el primer monumento sacro de estilo barroco de Eslovaquia y en 1977 fue oficialmente convertido en Catedral.

Luego de rezar por algunos unos minutos, el Pontífice dijo: “Desde esta iglesia, madre de todas las iglesias de la diócesis, extiendo mi saludo afectuoso a todos los habitantes de este territorio e invoco la gracia y la bendición del Señor”.

Hablando luego de San Juan Bautista, el Papa lo describió como “el hombre que vive en una soledad llena de la presencia de Dios”.

“Espero -dijo el Papa a los fieles presentes- que cultivéis en vosotros mismos el sentido de la presencia de Dios mediante la escucha de su Palabra, la oración, la celebración de los sacramentos, el servicio a los hermanos. De este modo, seréis en la vida cotidiana como Juan Bautista, heraldos y testigos de la presencia amorosa y salvífica de Dios en el mundo de hoy”.